Desde hace 13 años, Juan Manuel de Arcos prepara y vende chicharrones, además de las ya tradicionales piernitas de cerdo.
El producto de "Chicharrones de Los Arcos", como es conocido el negocio en Matamoros, Coahuila, es muy requerido por los laguneros e incluso, hay traileros que llegan por bolsas para llevarlas hasta su destino.
El sabor del chicharrón cruza fronteras, sin embargo es más apreciado por quienes viven en cerca debido a la tradición.
Juan Manuel recordó que trabajó desde niño en la carnicería La Gallina de Oro, "pero me hizo daño el congelador, estaba apunto de un infarto y pues me dijeron ahí que pusiera otro negocio y pensé en vender chicharroncitos".
Tiene tres hijos, son dos mujeres y un hombre, una de ellas es ama casa, la otra trabaja en una maquiladora y él muchacho es mecánico, "él sí está estudiado pero mis chavalas están en la casa y otras en la maquila, me divorcié y ella está en Austin, Texas".
"Vienen de Presidencia, del Centro de Salud, del Seguro, de todos lados", manifestó además que manda hacer almanaques personalizados para sus clientes más frecuentes.
"Es cuero delgadito, uno tienen que conocer, si agarro marranos de casa entonces no, por eso me fui por marrano puro de granja y que este fresco, todo así y nunca he tenido problema".
Señaló que compra todo lo necesario en la carnicería La Gallina de Oro, donde comenzó a trabajar.
"Del cuarto frío lo saco, lo parto y lo dejó bien refrigerado y no me tardo mucho en sacar todo lo que preparé para que esté bien fresquecito, nunca he tenido problemas, lo mismo con las salsas, bien hechas porque a mucha gente le hace daño ciertos alimentos, por ejemplo vinagre, le pongo poco pensando en eso".
Manifestó que se establece los miércoles, jueves, viernes, sábado y domingo, "agarro lunes y martes preparo todo".
Dijo que alrededor entre semana se vende entre 30 kilos de cuero hasta 35 y en los fines de semana hasta 40, 50 hasta 70, "depende y ese es mi sostén para ayudarme, a mis nietos y ayuda a otras personas", concluyó.