La capital de Guerrero cumplió una semana con el transporte público paralizado y las escuelas cerradas, a partir de las agresiones que presuntos integrantes del crimen organizado han perpetrado en contra de trabajadores del volante.
La tarde del lunes 12 de febrero, cuando se cumplía una semana de los ataques del día 5, cuando en diferentes puntos cuatro choferes fueron asesinados y uno de ellos calcinado, la capital registraba una reactivación importante en la circulación de unidades tipo urvan y taxis.
El director de transportes, Arturo Salinas, alrededor de las 13:00 horas llegó a declarar que había un 90 por ciento de las unidades del transporte público circulando en la ciudad, de tal suerte que se esperaba una activación total para cuando tocara cerrar la jornada.
Incluso, el titular de la Secretaría de Educación Guerrero (SEG), Marcial Rodríguez Saldaña, había lanzado un comunicado en el que llamaba a los directores de escuelas, maestros y padres de familia a retomar las clases presenciales en la ciudad, a partir de que el transporte público registraba una reactivación generalizada.
Sin embargo, para las 19:00 horas, en la base de urvan de la colonia Francisco Javier Mina, en la parte alta del sector norte de la ciudad, un chofer y un usuario fueron atacados a balazos.
El conductor murió, el pasajero quedó herido de gravedad y fue canalizado hacia un hospital.
En cuestión de minutos, las unidades que habían salido a trabajar se dispersaron y volvieron a parar.
Durante la noche del lunes, en la ciudad solamente se observaban circular vehículos particulares.
En las redes sociales, los planteles educativos de todos los niveles suspendieron las actividades anunciadas para este martes.
El 13 de febrero, todas las escuelas permanecieron cerradas, aunque una parte importante comenzó a trabajar de manera virtual, para evitar un mayor daño a la formación académica de los alumnos.
Muy temprano, apenas se observó circular entre 4 y 6 unidades tipo urvan en la parte norte de la ciudad, el numero de taxis fue menor.
Para el mediodía, el reporte que se tenía era de entre 25 a 30 unidades.
Chilpancingo es una ciudad en la que se tiene un parque de 750 unidades tipo urvan, que cubren más de 500 colonias y por lo menos 800 taxis del servicio local.
Las unidades circulando representan un porcentaje mínimo, aunque da margen para señalar que no hay una paralización total.
El municipio ha facilitado patrullas de la policía preventiva municipal, camionetas de Protección Civil y del cuerpo de bomberos para trasladar a las personas que requieren del servicio.
La reactivación de la movilidad y del sector educativo, nuevamente en Chilpancingo va cuesta arriba.
RR