En Chimalhuacán, concluye restauración de Parroquia Santo Domingo de Guzmán

La parroquia resultó afectada durante el sismo del 19 de septiembre de 2017.

Los trabajos de restauración fueron concluidos | (Diseño: Milenio)
Chimalhuacán /

El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) concluyó la restauración de la cubierta de la Parroquia de Santo Domingo de Guzmán, en Chimalhuacán que resultó dañada durante los sismos de 2017.

La Parroquia de Santo Domingo de Guzmán fue construida en el siglo XVI sobre un tecpan del Chimalhuacán prehispánico, sin embargo, el 19 de septiembre de 2017 el movimiento telúrico de magnitud 7.1 afectó la estructura histórica.

De acuerdo con el INAH, las labores también incluyeron restauraciones por intervenciones anteriores inadecuadas que provocaron deterioros en los materiales constructivos y filtraciones de agua, mismas que se lograron como parte de un proyecto beneficiado por un donativo de la asociación civil Fomento Social Citibanamex.

Restauración ocupó réplicas de ladrillo

El arquitecto Chimalhuaquense Benjamín Jiménez Peralta, contratista en este proyecto, entre 2019 y 2020, la comunidad emprendió un impermeabilizado que, aunque se hizo de buena fe, resultó perjudicial para el edificio en la medida que, debido a ese material moderno, se creó un funcionamiento diferenciado entre la cubierta y los muros de piedra.

Para subsanar esta situación se intervino un espacio de 410 metros cuadrados en la cubierta del templo, a fin de remover la intervención anterior deteriorada y colocar tanto un enladrillado como un impermeabilizado a base de alumbre compatibles con la fábrica original del inmueble.

Gracias a la recuperación de un ladrillo histórico en la techumbre, este pudo usarse como modelo y replicarse en un taller de Cholula, Puebla, donde se produjeron los casi cinco mil ladrillos de barro usados para el proyecto.

“Ya con las distintas capas de alumbre, estos ladrillos no se humedecen con las lluvias pero conservan su efecto de transpiración. Se instalaron, además, diversos iglús cuya función es captar el viento del exterior en diversas épocas del año y hacerlo circular en el interior de la nave para mantener la circulación del aire y prevenir que se generen hongos por humedad”, detalla Jiménez Peralta.

Participan Chimalhuaquenses

En el proyecto además del arquitecto Benjamin, participaron canteros oriundos de la localidad, como Marcelino, Sonia, Vicente, Roberto y Hugo y su labor estuvo supervisada por la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y el Centro INAH Estado de México.

“Este es el símbolo religioso de Chimalhuacán y ahora, gracias a este apoyo, nosotros tuvimos el privilegio de participar en su rescate, lo que es un gran orgullo pensando en que ya formamos parte de la historia de nuestro templo y de nuestro pueblo”, concluyó el maestro cantero Marcelino González.

RARR 


  • Zuleyma García
  • zuleyma.garcia@milenio.com
  • Reportera en MILENIO desde hace cuatro años. En 2013 comencé a ejercer mi carrera como Comunicologa y Periodista. Soy egresada de la Universidad Privada del Estado de México y desde que tengo memoria me apasiona escribir y contar historias.

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