El día que murieron los dos sacerdotes y el guía de turistas, José Noriel Portillo, El Chueco, mató a tres personas, pero pudieron haber sido más, aseguró el vicario de Chihuahua, Héctor Fernando Martínez Espinoza.
"Lo qué pasó con los padres y deportistas es la impunidad… se puede matar por deporte, El Chueco, mató a tres personas, pero pudieron haber sido más”, dijo el padre.
En entrevista con Azucena Uresti, para Radio Fórmula, el vicario Héctor Fernando aseguró que los grupos delincuenciales antes se dedicaban solo al trasiego de drogas; sin embargo, con el tiempo han buscado incurrir en otras actividades hasta incurrir en la población.
"Se da un salto muy grande y se podría decir que estábamos mejor cuando no se metían con la gente a ningún nivel. Lo que pasó con los padres y el guía de turistas es el delirio de la impunidad", dijo.
Asimismo, comentó que ese día El Chueco no tenía ningún móvil para asesinar a los sacerdotes, por lo que se podría decir que los asesinó por deporte.
El vicario comentó que para lograr su pronta detención, ayer se llevo a cabo una reunión con la gobernadora de Chihuahua, Maru Campos, en la cual se avanzó sobre temas de seguridad, acción social de internados para las comunidades que han sido afectadas por el crimen organizado.
"Vamos a establecer una mesa con sacerdotes y autoridades de Seguridad para trabajar en la recuperación del tejido social en las principales poblaciones donde ha habido masacres", finalizó.
ledz