El Consejo Indígena y Popular del Estado de Guerrero Emiliano Zapata (CIPOG-EZ) exigió que se investigara y sancionara a los responsables del asesinato de dos de sus integrantes: la señora María de Jesús Pesado Margarito y su ahijado, Alberto Verales Tepetitla, quienes fueron acribillados el jueves en la colonia Corral de Piedra, en la cabecera municipal de Chilapa de Álvarez.
El CIPOG-EZ, coordinado por Jesús Plácido Galindo, recordó que el 15 de julio, a través de un comunicado, se dio a conocer que dos de sus dirigentes habían recibido amenazas de muerte.
En esa ocasión, señalaron como origen de las amenazas al grupo delictivo de Los Ardillos, por lo que demandaron la intervención inmediata de las autoridades para evitar que se siguieran cometiendo agresiones en su contra.
Sin embargo, el CIPOG-EZ denunció que no hubo atención a lo reportado, y las consecuencias de esa falta de acción se reflejaron en el asesinato de sus compañeros.
Más aún, en el comunicado emitido tras el asesinato, refirieron que el ataque se cometió en una zona vigilada por elementos de la Guardia Nacional, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la Policía del Estado.
Las víctimas viajaban de la comunidad de Alcozacán hacia Chilapa para comprar víveres, pero fueron atacadas en una colonia ubicada en el acceso a dicha cabecera municipal.
Por esta razón, el CIPOG-EZ sostuvo que hubo omisiones que permitieron que las amenazas denunciadas el 15 de julio se materializaran en un atentado directo, que podría recrudecerse en los próximos días.
El Consejo Indígena llamó a los colectivos y organizaciones sociales a estar atentos a lo que suceda en las comunidades de Chilapa, donde los pueblos que se resisten al control de la delincuencia organizada están sometidos de manera constante a diferentes tipos de agresiones.
MO