En Ciudad Juárez prefieren no hablar del cura pederasta

Hace dos años celebraba la culminación de uno de los proyectos comunitarios más ambiciosos en Ciudad Juárez: la inauguración del Asilo Santa María; ahora, el sacerdote Aristeo Baca enfrentará un juicio por su probable responsabilidad en los delitos de abuso sexual y violación agravada contra una niña, a quien habría violentado desde los 8 y hasta los 11 años.

Es un caso que ha cimbrado a la frontera chihuahuense, pues se trata de una acusación contra un sacerdote con más de 30 años de servicio en el ministerio y labor altruista.

En un video de 2015, patrocinado por la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción, el sacerdote de la parroquia de Santa María de la Montaña presumía los avances del asilo, localizado en una de las zonas más marginadas de Ciudad Juárez.

En noviembre de 2016 fue inaugurado el asilo, con una inversión de 48 millones de pesos y una capacidad para 125 adultos mayores. Sin embargo, dos años después, el pasado 9 de febrero el sacerdote de 76 años fue detenido por presunto abuso sexual y violación agravada contra de una monaguilla de la parroquia.

El pasado 14 de febrero, el párroco fue vinculado a proceso y se mantendrá internado en el Cereso número 3, donde enfrentará el juicio y la sentencia.

Lidia Cordero, directora de la Casa Amiga “Esther Chávez Cano”, que acompaña y documenta casos de abuso y violación sexual infantil en Ciudad Juárez, refiere que en 2017 se abrieron 300 carpetas de investigación por el delito de pederastia: “Chihuahua ocupa el primer lugar en abuso y violencia sexual infantil del país, y Ciudad Juárez pone 40 por ciento de la población de todo el estado”.

Mientras, en la iglesia Santa María de la Montaña las actividades continúan; no obstante, ni el sacerdote sustituto, ni los padres de familia y vecinos del lugar quieren hablar sobre el caso.

Y ADEMÁS

CEM LLAMA A APLICAR JUSTICIA
El presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano, Rogelio Cabrera López, manifestó que, ante una injusticia de abuso sexual en las filas del clero, el CEM no puede quedarse callado.

“Ante una injusticia, debemos actuar y buscar la verdad; ante un daño, debemos reparar y pedir perdón. Dios siga guiando nuestro actuar para que la justicia reine”, señaló.