La asamblea plenaria de la sección 22 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), determinó hacer un paro de labores indefinido el 28 de mayo en las 13 mil 500 escuelas de Oaxaca, lo que dejará sin clases a un millón de alumnos de educación básica.
La decisión fue votada por el 66 por ciento de los 78 mil maestros que conforman el gremio. Entre las demandas de los docentes está la abrogación de la reforma educativa federal y de la ley estatal de educación, además de demandar la anulación del decreto de transformación del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO).
También demandan la libertad de presos políticos y la cancelación de órdenes de aprehensión de líderes y activistas, así como castigo a los responsables por los hechos violentos en Nochixtlán el 19 de junio de 2016.
Asimismo demandan la reconstrucción de las escuelas dañadas por los terremotos de septiembre pasado, la entrega de plazas a egresados de las 11 escuelas normales y la cancelación del proceso de evaluación docente.
Exigen la desaparición de los módulos educativos del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación y del resto de organización gremiales opositoras a la CNTE.
También plantean ejercer acciones de tipo electoral, promoviendo el voto de castigo contra los partidos políticos que aprobaron la reforma educativa federal.
El magisterio en Oaxaca planea una suspensión de actividades para que se reinstale una mesa central única en la Secretaría de Gobernación (Segob) para que se discutan sus exigencias.