En una década, cientos de familias han llorado la ausencia forzada de sus familiares, a quienes les perdieron el rastro luego de ocurrir hechos que indirecta o directamente están relacionados con la presencia del crimen organizado en Coahuila.
Pero el 10 de mayo del año 2013, un grupo de personas lideradas por la maestra Silvia Ortiz, dieron a conocer en Torreón que emprenderían una lucha a través del Grupo Víctimas por Nuestros Desaparecidos en Acción (VIDA), lo que obligó a las autoridades a escucharles y abrir el paso para las búsquedas en los centros penitenciarios, los cementerios y a campo abierto, lo que permitió ubicar 27 campos de exterminio en la región Laguna.
- Te recomendamos Colectivos y autoridades instauran acciones para búsquedas en vida Estados
“Estamos conmemorando el décimo aniversario de Grupo VIDA, que no debió pasar tanto tiempo, ya deberían haber encontrado a las personas. Son diez años y no los han encontrado y no puede ser esto, es importante el contar no sólo con la solidaridad de la población sino el que se sumen a los trabajos, porque no saben lo que es vivir esto; realmente no saben lo que es estar pasando por todo esto, que no se los deseamos y que además, como sociedad no debemos permitir que siga sucediendo”, dijo Silvia Ortiz.
Marcha al memorial de los Desaparecidos
Fue al filo de las 8:30 horas cuando los familiares comenzaron a llegar a la Plaza Mayor, donde se sumaron más de 70 personas; madres, padres, hermanas e hijos iniciaron así una marcha tomando la avenida Juárez para llegar al memorial que se ubica en la Alameda Zaragoza.
Al iniciar la procesión, las voces de decenas de personas se elevaron logrando detener a los peatones, pues se lanzaron consignas que permiten dimensionar el problema y al mismo tiempo prometer la continuidad de la lucha.
“¿Dónde están, dónde están, nuestros hijos, dónde están?”; “hijo, escucha, tu madre está en la lucha”; “únete, únete, que tu hijo puede ser”; “si fuera tu hijo también me dolería. Si fuera tu hijo, también lo buscaría”; “no somos uno, no somos cien. pinche gobierno, cuéntanos bien”, fueron algunas de las consignas.
No hay casos judicializados ante supuesta falta de evidencia
Silvia Ortiz dijo que en Torreón, como ciudad eje de la zona metropolitana de la Región Laguna, se vivieron momentos atroces de los cuales se desprendieron cientos de desapariciones forzadas, de las cuales las autoridades no dan explicación, es decir, no se ha judicializado un solo caso, ante la supuesta falta de evidencias. Pero ahora las personas cuentan con teléfonos que pueden grabar videos y que pueden ayudar a visibilizar el problema.
“El trabajo es este, el saber qué hacer, cómo ayudar para que no vuelva a suceder, si ven algo, ahora tenemos una herramienta muy importante que es el celular y con esto podemos ayudar a una persona cuando la pueden estar levantando. ¿Cuál es el problema de todos los que ves aquí? Que no tenemos testigos y que nuestras carpetas no avanzan porque no hay quien diga quién fue, sin embargo, en diez años hemos logrado recuperar a 80 personas vivas, con independencia de a cuántas hemos localizado en muerte”, explicó.
Silvia Ortiza, quien se convirtió en activista defensora de derechos humanos luego de perderle el rastro a su hija Fanny Sanchéz Viesca, acotó que existen sitios de exterminio como Patrocinio, donde no se pueden contabilizar cuántos restos han recuperado, pero en cambio, en San Antonio del Alto se han podido recuperar más de un centenar de víctimas sin vida.
“Por ejemplo en Patrocinio no se puede contabilizar cuántos hemos recuperado, así te lo digo, por la situación de los restos. Pero por ejemplo, San Antonio del Alto sí te puedo decir que son más de 150. ¿Quiénes son? No sé porque todavía no salen las identificaciones, entonces, ¿cuántos hemos podido recuperar en muerte, ahorita, ya identificados, creo que van como ocho, que va lento porque si te digo que en un solo punto van 150… y son 27 puntos de los cuales en ocho seguimos trabajando”, reconoció.
Mayor logro fue poner a la burocracia judicial a trabajar
En cuanto a la colaboración con las autoridades, indicó que el mayor logro ha sido el poner a la burocracia judicial a trabajar, porque las necesidades de las familias no se dimensionan en tanto que se observa que no se desarrolla trabajo de investigación y los funcionarios no salían a emprender las búsquedas y sólo les mostraban oficios.
“Yo no quiero ver un oficio de colaboración, yo quiero verte en la calle buscando, preguntando. Te dicen que eso lo hacen los policías pero no completan los policías… Aquí en el estado, no sé, yo creo que cada policía sí ha de tener como cien casos. Falta muchísimo personal, y qué decir de la Fiscalía General de la República, dos policías están llevando la región. ¿Cuántos casos? ¿Dos mil o más de dos mil?... Esto no puede seguir así y tenemos qué seguir combatiendo esta situación con presión. A nosotros no nos queda más que presionar, nada más porque judicializado no tenemos ningún caso, ninguno, y en todo Coahuila, yo creo que habrá como cuatro casos solamente, no hay responsables, pero dice la autoridad federal que uno debe de comprobar que es delincuencia organizada y si no lo compruebas, no te acepta la denuncia”, notificó.
¿Cómo es la coordinación con los gobiernos?
Minutos antes de que iniciara una misa que promovieron las familias integradas a Grupo VIDA, se estableció que si bien existe coordinación con el gobierno del estado de Coahuila, diametralmente ocurre lo opuesto en el estado de Durango, donde no existen mecanismos formales de búsqueda y las familias no son escuchadas.
En el caso de la actuación del gobierno de la República, las familias consideran que se retrocedió en el tema, pues retiró a policías destinados a las búsquedas y se recortaron presupuestos. Es por ello que la líder de Grupo VIDA, dijo que aunque se molesten las autoridades, a veces se les castiga como cuando se entrena a los perros, tirándoles periodicazos.
Este año, Coahuila tendrá elecciones para definir la administración estatal y dijo que sólo un candidato se ha acercado para escuchar sus demandas, donde la mayor de ellas es que se sostenga el trabajo con las familias y se impulsen las búsquedas, puesto que los integrantes de las organizaciones civiles se mantienen agotados física y económicamente; algunos ya han fallecidos, otros se mantienen enfermos y las familias en conjunto requieren de atención psicológica.
GERR