Fue un 13 de septiembre de 1968 cuando se dio la alerta de la avenida del río Nazas, una avenida no controlada y que arrasaría, si era posible, con San Pedro y sus alrededores.
Según el historiador de San Pedro, Francisco Baronza, en ese tiempo estaba como alcalde de San Pedro, Coahuila, Rafael Guerrero Romo, como Gobernador del Estado, Braulio Fernández Aguirre y como presidente de México, Gustavo Díaz Ordaz, y ya estaba en vísperas el trágico suceso estudiantil del 2 de octubre.
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"Se dejó venir el agua por el río, llegaban hasta militares a avisarnos a las puertas de nuestras casas, San Pedro se va a inundar, los tenemos que llevar a un lugar seguro, ya estaba designado el Puerto de Ventanillas", señalan algunos ciudadanos de San Pedro de esos tiempos.
"Nos fuimos todos asustados, llegamos, pensando en la ciudad, en nuestros jacales, y en nuestras familias, tal vez San Pedro desaparecería con el agua", agregarón.
Dice el historiador, que se olvidaron las fiestas patrias, el grito era, "ya llegó el agua del río, sálvense quien pueda". Hay un corrido que narra que eran más de 45 mil almas las que se refugiaron en el puerto, un padre les daba ánimo, el padre Marrero Díaz, y el alcalde no se rajó, hasta el 17 de septiembre en que se les avisó que San Pedro se había salvado, había la posibilidad de regresar.
"Esos días fueron de incertidumbre, muchos no dormíamos por estar pensando en que tal vez no veríamos más la ciudad, aparte estábamos entre el cerro, sufriendo con los mosquitos y otros animales rastreros, nos ayudaron los gobiernos, pero esa vivencia quedará para la historia de San Pedro", comentó Francisco Baronza.
La gente de la ciudad se refugió en el Puerto de Ventanillas, pero hubo otros lugares de refugio, para los habitantes de las comunidades rurales de la parte baja del municipio, donde desemboca el río, en la gloriosa Laguna de Mayran.
Mucha gente de esos ejidos, como mismo Mayran, y otras comunidades cercanas, se refugiaron en un lugar al que llamaron; "Las Papas", allá, para el lado del punto conocido como la Cuchilla, cerca de un cerrito conocido como la Bandurria.
"Las Papas" le llamaron, dicen pobladores de esas comunidades, porque era lo que comían y lo que les llevaban, "papas de a madre y portolas por doquier", dijeron sampetrinos de aquel entonces.
ARG