Como parte de la tradición del día de muertos, ciudadanos de Saltillo, Ramos Arizpe y Arteaga, acudieron a los diferentes panteones a visitar a sus seres queridos cuyos restos reposan en estos lugares, en medio de la flores populares que siempre se forma alrededor de estos festejos.
En los tres municipios se prepararon operativos con elementos de seguridad y protección civil, a fin de mantener el orden en la llegada de las personas y para garantizar que no existiera riesgo con las instalaciones.
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Aunque este año no se tuvieron medidas especiales, la afluencia que se presentó en los tres municipios no alcanzó los niveles de los años anteriores a la pandemia y se tuvo una asistencia moderada.
Por parte de la dirección de protección civil de Saltillo, se desplegó un operativo para la vigilancia de aquellas áreas que se encuentran en mal estado y recordando a la ciudadanía la importancia de no subirse a estas tumbas para evitar una caída que pueda significar lesiones de consideración.
“No somos como en otras partes del país que se quedan hasta la noche, aquí estamos trabajando en horario restringido porque por la noche no hay en todos iluminación artificial”, afirmó el funcionario municipal”, afirmó el subdirector de protección civil, Héctor Urbina.
En el municipio de Ramos Arizpe, varias personas optaron por llevar la tradición del altar de muertos hasta la tumba de sus seres queridos, a fin de dar un toque más colorido a la visita que cada año realizan en estas fechas.
En medio de la soledad que aún reinaba las primeras horas de este miércoles en el panteón de San Nicolás de Tolentino, en Ramos Arizpe, una mujer rezó un rosario frente a la tumba de sus padres y dos de sus hermanos. Afirmó que la celebración del día de muertos no solamente debe ser acudir al panteón y comprar cosas, sino que también es un momento de oración por los que ya no están.
Con el rosario en la mano derecha y un cuadernillo de oraciones en la izquierda para cubrirse el sol, Liliana Figueroa rezó cinco los cinco misterios y después se dio un tiempo para recordar un poco la vida de sus padres y de sus hermanos, estos dos fallecidos hace cuatro y dos años.
“Lamentablemente se va perdiendo la fe y lo más importante es la oración para ellos, para elevar sus almas, también hacerles sus cantos que a ellos les gustaba en vida, mi mamá era guadalupana y mis hermanos siguieron ese camino de la fe, ahorita estaba con ellos, meditando, recordándolos y haciéndoles ver que no les olvida”.
Entre cientos de lápidas de color blanco, resalta la tumba donde reposa la bisabuela de Norma Leticia Camacho, que este año fue pintada de color naranja, y adornada con flores de cempasúchil, veladoras, adornos de papel maché y una cruz de cal en el centro.
“Una vez visitamos México y nos gustó mucho como adornaban ellos sus lápidas, sus tumbas y nos gustó mucho la idea y quisimos traerla aquí, tal vez nos faltan muchas cosas pero me gusta así, que estemos alegres, que no haya tanta tristeza, es bonito recordar a todas nuestras generaciones pero hay que recordarlas también con alegría, con gusto y que nunca se nos olvide de dónde venimos”.
Por su parte el municipio de Arteaga desplegó un operativo en los 12 panteones que se tienen en la cabecera municipal y las diferentes comunidades ejidales, donde se reportó una afluencia moderada y saldo blanco entre los visitantes.
ARG