El municipio de Francisco I. Madero cumple 83 años de su creación y nace con el reparto agrario en 1936, en tierras entregadas por el general Lázaro Cárdenas.
Al paso de los años la figura del ejido se ha perdido, pues en la actualidad desaparecieron como unidades productivas un 40% en el municipio considerado el 'Corazón de La Laguna'.
José Álvarez, presidente de la Confederación Nacional Campesina en Francisco I. Madero, comentó que a raíz del Reparto Agrario en el año de 1936, el objetivo fue crear un ejido colectivo, todos trabajarían en común para un mismo fin. En un principio se tenía una figura muy apegada al socialismo en trabajar en colectivo, que con el paso de los años se fragmentó y surgieron grupos de trabajo al interior del ejido.
Se tenía una sociedad donde estaban todos los integrantes, pero hubo mutaciones y se crearon los grupos solidarios, pues ya no respondían a un interés general, sino de unos cuantos, estaban formados por 10 a 15 personas.
Los grupos solidarios se separaron debido a la falta de créditos de las sociedades financieras, además la mayor parte de la gente no quería trabajar en conjunto ya que “el jalón no era parejo”, así decidieron, “quien trabaje tendrá ganancias”, influyeron los créditos de avíos y refaccionarios.
Se empezó a romper el esquema que el general Cárdenas tenía en un principio, hubo ejidos con buenos resultados, pero también algunos se endrogaron con el Banco Rural.
VENDEN LA TIERRA
El ejido, ha venido a menos con el transcurso de los años, debido a los cambios de la política pública que han puesto en marcha, a pesar de que con la Reforma al 27, que da la propiedad al ejidatario y la puede vender.
Algunos ejidatarios por necesidad tuvieron que vender la tierra y el derecho de agua, se fueron a la frontera. En otros casos el propietario muere y a los hijos no les interesa trabajar la tierra.
No cabe duda que ha venido en demérito el ejido en La Laguna, pues algunos sólo cuentan con 4 o 5 campesinos y la situación se vuelve complicada como unidad productiva quedan muy pocos.
En Madero, en muchos de los casos se han vendido los derechos de agua y el ejido existe como núcleo de población, realmente sus tierras de riego están en manos de particulares, se han vuelto peones. En casos como Hidalgo, sólo quedan 4 a 5 ejidatarios, pero no hay cultivo, no hay siembra, la mayoría vendió. El ejido Batopilas se conservaba y era colectivo, hace un par de año se separaron, otro caso el Fresno del Norte, el establo ya se vendió al igual que las tierras.
ACTIVIDAD ECONÓMICA
Por su parte, José Natividad Navarro Morales, presidente de la Confederación Nacional Campesina en el estado de Coahuila, manifestó que la unidad productiva creada en el ejido reconoce la Ley Agraria como tal, pues son entes que existen y están pobladas en las comunidad.
Existe una actividad económica, lo que sucede es que el colectivismo de creación fue un modelo económico que se vio rebasado porque las familias crecieron y antes sólo había una, las generaciones tuvieron que rentar tierras.
Con el colectivismo todos eran dueños de todo, empezaron a rentar, a vender por falta de apoyos, los pozos agrícolas algunos están en poder de los ejidatarios otros ya no, en los años 90 se pierde la banca que apoyaba a los campesinos.
“Por la falta de financiamientos la gente empieza a vender tierras sobre todo los que ya no pueden trabajar, que son personas mayores o viudas, sin embargo, en la parte de San Pedro no se ha presentado mucha venta, ni un alto minifundio. Se ha presentado más en zonas como Matamoros y Madero”.
San Pedro conserva las unidades productivas de los campesinos, debido a que en zonas conurbadas las inmobiliarias compran y al campesino se le acaba su patrimonio y la migración está presente, el modelo económico no daba para mantener a toda la familia.
Las unidades productivas siguen existiendo, en San Pedro más de 4 mil campesinos todavía siembran. En Viesca, las norias todavía trabajan con agricultores que apuestan al melón temprano y tardío. Por el ejido se da la producción de alimentos y granos porque la agricultura comercial existe y mucha de esa superficie era de los ejidatarios.
JÓSE CHÁVEZ BACA ESTABLECIÓ LA HACIENDA LINARES
Antonio Tonché Pérez, cronista de la ciudad de Francisco I. Madero, dio a conocer que “José Chávez Baca, llega a lo que hoy es Francisco I. Madero entre 1895 y 1897, en este lugar estableció la Hacienda Linares, en 1899 permitió que se instalaran las vías del tren, pues pensó que habría mucho beneficio a sus negocios”.
En ese año se trae a radicar a Aurelia Guerrero y a sus hijos Isaura y José Chávez, a la muerte de ellos quedarían sus descendientes como herederos. A partir de 1902, la estación se le conocería con el nombre de Chávez, después estación Linares, en 1932 se le conoció como Abelardo Rodríguez.
Aproximadamente a las 4 de la mañana de un lunes 8 de enero de 1996, la estación fue incendiada, muchos despertaron con la noticia de que el tren ardía en llamas, de esta estación partieron muchas personas a las ciudades de Monterrey, Nuevo León y Gómez Palacio, Durango, ya que prestaba los servicios para pasajeros y de carga.
LA HISTORIA DEL MUNICIPIO
En el marco de la conmemoración del 83 aniversario de la creación del municipio de Francisco I. Madero, y del 33 aniversario de que fue elevada de villa a rango de ciudad, el cronista Antonio Tonché Pérez visita las escuelas primarias para dar a conocer la historia y generalidades de este municipio.
Para eso se auxilia de un material cuyo contenido elaboró él mismo y se imprimió como cuadernillo ilustrado con dibujos a color y mapas, para hacerlo atractivo a niños y niñas. En la impresión colaboraron particulares y la Presidencia Municipal.
El cuadernillo se llama “Mi municipio es Francisco I. Madero” y contiene la historia, el escudo de armas y su explicación, entre otros aspectos de importancia, como geográficos y demográficos, entre otros datos de trascendencia que contribuirán a enriquecer la cultura de quienes lo estudien.
Lo escribió en un lenguaje sencillo, a la altura de los pequeños del nivel de Primaria, por lo que los adultos también pueden entenderlo y disfrutarlo. El cronista de la ciudad visita los grupos de sexto grado de las escuelas maderenses y esta promoción la inició la semana pasada, recorriendo los planteles “Benito Juárez”, la Primaria de la colonia Nuevo Jaboncillo, la “Héroe de Nacozari”, de la colonia Fresno del Norte.
Las visitas continuarán esta semana y finalizan el viernes 29 de noviembre, puesto que el aniversario de la ciudad se conmemora el próximo 30 de noviembre.
“El propósito con estas visitas es que nuestros niños y las niñas conozcan la historia de Francisco I. Madero, así como otros aspectos del municipio, dada la importancia que reviste el que conozcamos los pormenores del nacimiento y desarrollo de la ciudad, a la vez que se fomenta la lectura”, explicó.
MADERO Y SU HISTORIA
El ejido 6 de Octubre fue el primero en recibir las tierras por parte del general Lázaro Cárdenas, en la actualidad lleva el nombre de Santo Niño, en honor a que veneraban sus pobladores. Algunos ejidos son llamados de distintas maneras, Florida su nombre original es La Florida, Banco de Londres lo identifican con ejido Chávez, Francisco I. Madero o El Ranchito.
Francisco I. Madero cuenta con 45 ejidos y fue creado para rendir tributo al ilustre coahuilense, a partir del Decreto 310, el 30 de noviembre de 1936, agregando territorio de los municipios de Matamoros y San Pedro de las Colonias.
En 1986 se impuso al municipio el lema 'Corazón de La laguna', autoría de Gumaro Tonché Flores y se dio a conocer el corrido de Francisco I. Madero, autoría de J. Loreto Costilla Infante.
El 30 de noviembre de 1986, la cabecera municipal deja de tener la categoría de Villa y se categoriza a ciudad, mediante decreto 92 del Congreso del Estado de Coahuila.