En lo que queda de la fachada principal aún se puede ver plasmado un número 1935, que puede ser su nacimiento aunque algunos conocedores de la historia, menciona que ya existía años atrás. Se trata de la hacienda de Begoña, ubicada en el ejido Gabino Vázquez, que está a 24.5 kilómetros al suroeste de la cabecera municipal de San Pedro, Coahuila.
Dicen que esta gran hacienda construida de adobe y ladrillo, con gran expansión y altura, perteneció en sus inicios a Rafael Arocena, fundador de de la compañía agricola más importante de la Comarca Lagunera.
Lo que queda de la estructura de esta hacienda, se mantiene firme, como esperando ser reconstruida para seguir compartiendo la historia de los tiempos de los hacendados y después la declive de los feudales con la repartición de tierras que hiciera en 1936 Lázaro Cárdenas del Río.
Después de ese reparto que dotó al campesino de tierras, estas haciendas pasaron a ser ejidos; Santa Teresa, Lequeitio, Vega Larga, y el mismo Begoña o Gabino Vazquez.
Historias paranormales en hacienda de Begoña
Aparte de la historia que enmarca a los grandes hacendados de la laguna, al trabajo agricola y la bonanza del algodón, estas paredes guardan historias paranormales que cuenta la gente de los alrededores.
Hay una historia muy contada sobre la hacienda de Begoña, la cuenta gente que vive cerca y pasa seguido por su terreno. Es la historia de un sacerdote que porta túnica blanca.
Señalan que muchos lo han visto, que ahí se aparece, y aseguran que es el fiel vigilante de la hacienda. A distintas horas de la noche y madrugada lo han visto. Camina por toda su extensión, como queriendo seguir evangelizando a los pobladores.
Según la historia, las haciendas contaban con una capilla y tenían su sacerdote para evangelizar a los trabajadores.
La hacienda de Begoña o lo que queda de ella, es una parte de la historia de los laguneros, de Coahuila, ahí se mantiene de pie, está llena de riqueza cultura, y de algunas historias paranormales.
EGO