Juan Gamez, de trabajador de Altos Hornos a pepenador

El hombre de 68 años trabajó descargando tráilers para AHMSA, pero padecer diabetes ya no le permitió seguir su trabajo habitual.

Ahora es pepenador desde hace 14 años. (Mauricio Román)
Luis Carlos Valdés
Monclova, Coahuila. /

Es la orilla del río Monclova que cruza esta ciudad en Coahuila, ahí se encuentran varios contenedores de basura. Son las once, casi mediodía y está más bien medio nublado en la llamada 'Capital del Acero' en la región Centro de Coahuila. Juan Gamez Carreón, lleva ya varios años como pepenador, luego de haber trabajado como cargador de los tráilers que ingresaban a Altos Hornos

Asegura que la situación se ha complicado en los últimos meses, ya que ante el desempleo que se ha generado por el despido de trabajadores, se ha incrementado la competencia en su oficio, haciendo incluso incosteable seguir pepenando.

La calle Ribereña, justo a la orilla de lo que es el río Monclova, a la altura de la colonia Ampliación Las Flores. Su figura resaltaba por el exterior de un contenedor. Levanta la mirada y ve al horizonte y con nostalgia ve los fierros que dan forma las chimeneas y naves industriales que de la empresa en la que hace algunos años trabajó.

Ahora es pepenador desde hace 14 años. Dijo que padecer diabetes ya no le permitió seguir su trabajo habitual en la obra, y ahora ya no puede cargar un bulto de cemento ni con la carretilla.

El fierrito lo pagan 1.80 el kilo, y el cobre 65 centavos. “Tengo familia, mis hijos y nietos de a madre (Sic). A mucha gente no le gusta que ande aquí, ya no le dan chamba de nada, ni de velador ni de barrendero. Ojalá que no se acabe Altos Hornos, porque se acaba Monclova”, lamentó.

Hace una pausa en su labor y recuerda: “Antes trabajaba en la macheteada a veces nos amanecía hasta ocho a diez tráilers diarios, ganaba buenos centavos”. 

Según explica, la macheteada, era el oficio en el que se descargaban el material que traían los tráilers, en su caso sal o manganeso. "Yo me conozco todas las instalaciones de la empresa, pero ahora ya traen el material en costales y los bajan los montacargas".

Hoy la vida le ha permitido llegar a los 68 años de edad, pero lamenta que lo consideren una persona vieja y ya no lo quieren a uno contratar. 

“Por todos lados nos están mandando a la chingada, pero pues aquí andamos a ver qué encontramos, ya de perdido sacar para la gasolina”. 

Él maneja una pequeña motocicleta en la que diario se desplaza en su labor de recoger material reciclable para colocarlo en una canastilla atada en la parte trasera de la motocicleta.

Anduve adentro de Altos Hornos, descargando la sal, el manganeso, las barras de aluminio, está grandísimo, pero ya hay muchos departamentos que no jalan. Los viernes, sábado y domingos son los días mejores, pero hay mucha competencia. En las noches hay mucha gente. Antes no había tanta gente, pero ahora hay mucha gente joven que andan juntando, aquí es para todos”, dijo. 

Lamentó que haya mucha competencia, ya que hay mucha gente que está desempleada y está iniciandose en el oficio de pepenador, pasando de ser acerero a pepenador: “Todo se vale menos robar”, aseguró.

​EGO

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