Frente a a un poderoso Goliat, siempre puede surgir un atrevido David. Así metafóricamente es la historia de Eduardo López, quien tuvo la osadía de tomar en traspaso una pequeña tiendita de abarrotes en la esquina de Pavorreal y Turín en la colonia Torreón Residencial de Torreón, Coahuila, teniendo en contra esquina del gigante de las tiendas de conveniencia.
Lo más sobresaliente es que han transcurrido 13 años desde aquella atrevida decisión, justo cuando su antecesora no se aventuró a seguir frente a la amenaza que representaba su competencia más cercana: Un Oxxo.
Literal, la tiendita de la esquina tiene un nombre muy ad hoc 'El VIP Guerrero', pues no oculta su afición por el equipo de casa, Santos, porta su camisa y le aflora la pasión, casi similar a la que siente por servir a sus clientes, a quienes conoce en su mayoría por sus nombres y llega a atender hasta cien clientes diarios, unos ya conocidos y otros no tanto.
El local no es muy grande, pero suficiente para acomodar en sus pequeños estantes todo tipo de mercancías, no hay huecos, están llenos de “merca” desde abarrotes, frutas y verduras, enlatados, cuatro refrigeradores con variedad de artículos desde lácteos, salchichonería y refrescos, menos cerveza.
De esto he vivido 13 años, dice, y en este tiempo trabajar en la tienda le ha permitido sacar a su familia adelante, darle estudio a sus hijos, uno de ellos recién egresado de Ingeniería en Biomédica. Muchas satisfacciones, pero también mucho trabajo, admite.
Un labor demandante
Y es que asegura que manejar una tienda es una labor muy demandante, pues abre desde las 6 de la mañana y cierra a las 12 de la medianoche, él trabaja hasta las 6 de la tarde, luego lo suple una persona, aunque sale de aquí y se va a surtir a los almacenes de mayoreo como City Club o Sams.
Admite que son mercados diferentes. A la gente que le gusta ir al Oxxo, va al oxxo, no ve, ni hace diferencia de precios, en tanto que le gusto venir aquí lo hace quizá por la variedad de productos y obtiene precios más accesibles.
“Si vende el Oxxo y mucho y cuando empecé aquí llegué a preguntarme si había sido o no un buen negocio el traspaso, pensando en que la señora que me la dejó, por eso lo hizo; porque no vendía nada y yo asumí el reto”, dice Lalo que tiene un home theater con música de Ray Conniff.
Y recuerda que su madre le animaba a decirle, “lo bueno es que día con día vendes un poquito más. Y poquito eran desde 5 hasta 10 pesos más que otro día y así sucesivamente fue pasando el tiempo, los meses y ahora los años”.
Refiere que hay personas que al ver muchos su éxito como tendero, le preguntan a manera de consejo que hace falta para abrir una tienda y respuesta siempre es la misma y la devuelve con una pregunta:
“¿Tiene ganas de trabajar? Porque tener una tienda es puro jale, todos los días, de lunes a domingo. Y la prueba está en que yo estoy contra esquina de ese monstruo que es un Oxxo y la he hecho. Porque se requiere ser muy tesonero (persistente) para salir adelante y creo que por eso yo lo he logrado", dijo el propiestario de la tiendita.
“La clave es que quiera uno trabajar, porque mucha gente piensa al verme que solo es estar cobrando, que le sucederá lo mismo y no es así, pues el trabajo requiere de organización, disciplina, alimentarse, dormir bien, amor por lo que haces y tener suficiente fuerza para tolerar el ritmo de vida que un tendero debe tener”, concluyó.
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