Jesús Antonio Rodríguez, de 8 años de edad, es un niño con discapacidad visual, asiste al primer grado de primaria en la escuela Club Sertoma en el municipio de Francisco I. Madero.
El pequeño ha mostrado una gran disposición para aprender y socializar con sus compañeros que en todo momento lo apoyan.
"Hemos estado implemetando varias terapias de braille, como una estrategia, pero nos faltan regletas ya que sólo se tiene una y el niño no se la puede llevar a su casa", comentó su maestra.
El pequeño Antonio dijo, "vivo en la colonia Insurgentes, tengo una hermana más grande".
Asimismo comentó, "mi mejor amigo es Javier, él me ayuda a moverme en el salón de clases y me acompaña a la hora del recreo para comer el desayuno en una bancas localizadas en la entrada de la escuela".
Antonio participa en todas las actividades escolares, se acompaña de un bastón para desplazarse y así tener la distancia adecuada de los objetos.
El pasado lunes Antonio, estuvo presente en la ceremonia de implementación del Operativo Mochila en su escuela, se formó con sus demás compañeros de grupo a un costado de la cancha principal y escuchó con atención las disposiciones que daban las autoridades de la Dirección de Seguridad Pública Municipal.
Su maestra manifestó, Antonio es bueno para las matemáticas y desea seguir estudiando y espera la ayuda de la comunidad para cumplir sus sueños. Antonio vive con una tía y un primo lo traslada a la escuela y lo espera a la salida cuando termina el turno.
La falta de apoyo limitan el desarrollo del menor, hace falta más implementos de braille para que siga estudiando.
El braille es un sistema de lectura y escritura táctil pensado para personas ciegas. Se conoce también como cecografía, fue ideado a mediados del siglo XIX por el francés Louis Braille, que se quedó ciego debido a un accidente durante su niñez mientras jugaba en el taller de su padre.
Louis Braille descubrió al cabo de un tiempo que el sistema era válido y lo reinventó utilizando un sistema de 8 puntos. Al cabo de unos años lo simplificó dejándolo en el sistema universalmente conocido y adoptado de 6 puntos.
El braille resulta interesante también por tratarse de un sistema de numeración binario que precedió a la aparición de la informática.