El Panteón Municipal de San Pedro, Coahuila, está lleno de historia, historia que ha quedado plasmada en sus tumbas, unas que datan de hace más de cien años y que no distinguen razas, clases ni edades. Aparte hay tumbas ya deterioradas, pero con gran arquitectura.
De acuerdo a datos del cronista de la ciudad, Luis Martín Tavares, el Panteón Municipal fue delimitado en el año de 1894. Comenta que esto fue hecho por un hombre llamado Santiago Pescador y según la historia, fue el primero en ser sepultado luego de ser asesinado por forajidos.
En su documental del campo santo, relata que el primer registró de sepultura corresponde al de Jerónimo Berlanga, uno de los fundadores de la colonia agrícola de San Pedro, que por cierto también fue asesinado, dicen que de una cuchillada.
Historia y más historia hay sepultada en el campo santo de la ciudad, porque ahí, según el cronista, reposan grandes personajes revolucionarios, como el coronel Carlos Herrera, que luchó contra conservadores y franceses, el general Catarino Benavides, que estuvo al lado se Francisco I. Madero, Toribio de los Santos, entre otros.
Y qué decir de personajes de corridos, como Hilario Carrillo y su victimario Pascual Ortega, que están en los pasillos de las tumbas más antiguas.
Dicen que este panteón no ha distinguido razas ni clases sociales y esto es cierto, ya que en sus pasillos puedes encontrar a chinos, árabes y de otras nacionalidades que llegaron a San Pedro, Coahuila, siguiendo la bonanza agrícola.
El panteón municipal es visitado cada año por los sampetrinos. Visitan las tumbas de sus seres queridos. El año pasado no se pudo hacer, pero este 2 de noviembre se esperan visitantes y seguro podrán ver algunas tumbas históricas, de las cuales unas ya quedaron en el olvido, pero siguen de pie, resguardando los restos de algunos sampetrinos ilustres.
aarp