Fernando Castañeda, cronista de Matamoros, Coahuila, informó que el río Aguanaval, “es un afluente que nace precisamente de la conjunción de varios arroyos en la parte alta de la sierra de Zacatecas, con un recorrido para algunos de 400 kilómetros, otros han calculado que 600, casi la misma distancia que hay en longitud con el río Nazas".
Nace por la confluencia de varios arroyos de la vertiente norte de la sierra en Zacatecas. Tiene 1.081 km de longitud, (305 km), el área total de la cuenca es de 89.239 m2 y en su recorrido, recibe los nombres de río Trujillo, río Grande, río de Nieves, río Maravillas y finalmente río Aguanaval.
Desemboca en la región de La Laguna, donde sus aguas se utilizan para el riego. Antiguamente desembocaba en La Laguna de Viesca, actualmente seca. Para poder controlar las grandes avenidas, se construyó la presa Leobardo Reynoso, también conocida como el Zaus, la cual tiene una capacidad de 118 millones de metros cúbicos.
Los Cazadores tienen una capacidad de 26 millones de metros cúbicos, y está entre Río Grande y Fresnillo, Zacatecas y se construyó en los años 60 del siglo pasado.
La presa Los Naranjos tiene una capacidad de 25 millones de metros cúbicos por segundo y está en Santa Clara, porque el río Aguanaval viene atravesando lo que es el estado de Zacatecas y entra precisamente por ahí por Santa Clara al estado de Durango y luego posteriormente entra a Coahuila.
Tanto el río Nazas como el Aguanaval, vienen recorriendo llanuras, se generan en las partes altas y vienen a desembocar, uno en La Laguna de Viesca y Nazas en La Laguna de Mayran y se les llaman, ríos de cuencas endorreicas porque no tienen salida, se quedan en el interior.
El río Aguanaval en su recorrido dijo el cronista, lleva vida económica a muchos grupos humanos, principalmente al polo de desarrollo que está en Río Grande Zacatecas, ya que vienen atravesando a todo el Estado de Zacatecas y posteriormente a las comunidades de Durango y también esas aguas son aprovechables para cultivos y para ganadería.
Comentó que, “ya cuando llega a la Comarca Lagunera, al cuadro bajo de Matamoros/Viesca, es precisamente cuando nos trae problemas, cuando trae grandes avenidas porque se abre como un delta y en ocasiones, las aguas no son controlables por la pendiente o inclinación que tiene y por el gran volumen que trae. Si se desborda por el lado sur del río, nos afecta a El Refugio o Sacrificio, pero puede ser que se desborde por Petronilas o Flor de Mayo”.
Con respecto a las inundaciones que se han registrado, Castañeda mencionó la del 15 de agosto de 1973, que fue cuando las fuertes lluvias provocaron una creciente importante dejando desastres en ejidos y dejando a familias sin patrimonio.
Dijo que, en esa ocasión todo Flor de Mayo tuvo que ser desalojado, pues el volumen que venía arrastrando el Aguanaval era de mil metros cúbicos por segundo. En esa avenida del Aguanaval, Luis Treviño Alzalde, director del Museo Juarista en Congregación Hidalgo, puso a salvo de las aguas del Aguanaval las piezas más valiosas de su colección histórica, llevándolas a la ruta de la Cueva del Tabaco.
Al hablar del río Aguanaval forzosamente hay que hacer referencia al Nazas, por eso la creación del Programa Nacional contra la Sequía (Pronacose), en la Cuenca Nazas-Aguanaval, la cual abarca una área hidrológica de 116 mil 691 kilómetros de los 2 ríos, Durango, con el 60 por ciento de esa cuenta, Zacatecas con el 25 por ciento y Coahuila con el 15 por ciento.
Hoy las aguas de estos dos ríos no llegan a esas lagunas porque construyeron presas en sus cauces. La Comarca Lagunera recibió durante muchos años las aguas de los ríos Aguanaval y Nazas que formaban las lagunas de Viesca, Mayrán y de Tlahualilo, por esa razón, se le da el nombre de La Laguna a esta región.
Manuel Lastra López, cronista de Viesca, hizo referencia al libro de Tomás Santoyo Ibarra denominado 'Viesca: La Historia de un Pueblo', durante la Feria Internacional del Libro Coahuila 2021 y que fue presentado por el rector de la UAdeC Hasta mediados del siglo pasado, Viesca se caracterizaba por tener sus manantiales e incluso aguas termales, que en la actualidad solo son páramos secos.
aarp