Los productores de vino en Coahuila pueden presumir ser el segundo productor de vino en México, después de Baja California. Las mil 200 medallas obtenidas por las etiquetas coahuilenses avalan la calidad de los mismos; estos logros se han conseguido no obstante que los productores deben enfrentar retos como la alta carga de impuestos federales, que representan el 50% del precio de una botella de vino; y los costos por tecnificación en los sistemas de riego de viñedos para optimizar el uso del recurso en zonas que tienen veda de agua, como Parras de la Fuente.
Ricardo Saldívar es el gerente de la Asociación de Vinos de Coahuila, la cual nace en 2014 con doce productores y que en la actualidad están agrupadas 26 empresas vitivinícolas en todo el estado de Coahuila, distribuidos en nueve municipios de la entidad, como lo son Torreón, Parras, General Cepeda, Saltillo, Ramos Arizpe, Cuatrociénegas, Arteaga, San Buenaventura y Guerrero.
¿Qué objetivo tiene la Asociación de Vinos de Coahuila?
“Todo este proyecto nace con el objetivo de impulsar la formación e investigación en el desarrollo de la vid (o parra), así como la producción de las empresas vitivinícolas, basado en la calidad de sus vinos y de sus instalaciones, con el fin de consolidar al estado de Coahuila, con la mejor calidad de producción de vinos en México”, recuerda Saldívar.
Al nacer la Asociación de Vinos de Coahuila se crea la marca Vinos de Coahuila, logotipo con el eslogan “Tesoros de nuestra tierra”. La tendencia año con año es a incrementar la superficie de vid en los diferentes estados de Coahuila, buscando mayores hectáreas de vid, que se traduce en mayor producción de uva para transformarla en vino.
Esta labor ha rendido frutos exitosos; en la actualidad, con alrededor de mil hectáreas sembradas, tres casas vinícolas coahuilenses iniciaron este año su exportación de vinos a Texas, en Estados Unidos: Hacienda Florida en General Cepeda, Hacienda del Marqués en Parras, así como Vinícola Rancho El Fortín, del municipio de San Buenaventura. Un proyecto paralelo de la misma Asociación de Vinos de Coahuila lo es el Clúster del Vino, que viene trabajando en el crecimiento de la actividad del vino.
Logros y retos de las etiquetas coahuilenses
Saldívar señala que dentro de los grandes logros que han obtenido las etiquetas de vinos coahuilenses, está la obtención de medallas nacionales e internacionales.
De los dos mil 500 premios que México ha obtenido en diferentes concursos, mil 200 medallas han sido para los vinos de Coahuila. Incluso más de mil medallas han sido para Casa Madero. Esta industria que comenzó su historia precisamente en las campiñas parrenses en la Hacienda San Lorenzo de Casa Madero, emplea actualmente a más de 2 mil 500 personas que trabajan directamente desde el campo hasta en la bodega. Más aparte, los empleos indirectos que se enfocan a la comercialización y promoción de los vinos.
A decir de Javier Nava de la Torre, sommelier y promotor del vino, aunque se han ido elevando los índices de consumo per cápita de vino, lo cierto es que el cobro de impuestos ha limitado su crecimiento.
“De hecho los impuestos que se cobran vía fiscal son muy altos. Se habla de un IEPS del 26.5% dependiendo de los grados de alcohol que contenga la botella, más el 16 % de IVA, se habla de alrededor de 42.5% de impuesto, casi el 50% que el comprador final tiene que pagar al adquirir una botella de vino". Ricardo Saldívar, así como el propio Javier Nava y Álvaro Ramos, director de la Casa del Vino, coinciden en señalar la necesidad de que la autoridad federal reclasifique al vino no como bebida, sino como alimento.
“Uno de los retos es que el vino sea considerado como un alimento y no como una bebida, porque se está incrementando la cultura del consumo del vino en México”.
En la actualidad, el consumo per cápita de vino en México es de 1.02 litros por persona, cifra que se incrementa año con año. “Una botella que cuesta un promedio de 300 pesos, si se le quitara el impuesto, el precio se reduciría 50%, lo que permitiría que el consumo se elevará, que ya en este confinamiento, el consumo de vino avanzó 150 mililitros per cápita”, señaló Nava de la Torre.
El agua, otro reto
Otro de los retos que debe enfrentar este sector, es el vinculado con el uso eficiente del agua. “El cultivo de la vid como tal, se puede decir que aguanta todo tipo de sequía. Pero el contar con el recurso del agua es importante a lo largo de todo su ciclo vegetativo”, dijo Ricardo Saldívar.
Dijo que como agrupación, recomiendan que antes de establecer un viñedo, se haga un análisis del suelo y un estudio de agua y clima de la región en donde se pretende establecer; esto permitirá recuperar la inversión inicial. El riego es fundamental para la uva dentro de su ciclo vegetativo, así como en la etapa de desarrollo y crecimiento de la vid. También en su etapa de floración y llenado de fruto.
¿Qué se ha hecho para eficientar el uso del agua en la vid?
“Todos los viñedos tienen su sistema de riego por goteo, esto para eficientar el riego planta por planta en base a los requerimientos del cultivo. El ahorro del agua y la administración del recurso es a lo largo de todo el desarrollo de la vid”, aseguró Saldívar.
También destacó la importancia de implementar sistemas que garanticen la eficiencia del uso del agua; y expresó que cada una de las empresas vinícolas lo está haciendo para contar con el agua y transformarla en vino.
Puso énfasis en que “todas las empresas vitivinícolas extraen el agua de pozos profundos que están desde 180 metros hasta 400 metros de profundidad; hay viñedos que están ubicados a 700 metros sobre el nivel del mar y otros que lo están a dos mil 650 metros sobre el nivel del mar en la zona de Arteaga y tienen agua”, concluyó.
EGO