De alrededor de 3 mil 300 personas refugiadas actualmente en la Región Sureste de Coahuila, cerca de mil 500 consiguieron trabajo localmente, informó el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), al añadir que el resto son familiares y allegados de quienes están en edad productiva y lograron colocarse.
Coahuila ocupa el tercer lugar en recepción de personas refugiadas en el país, sólo por debajo de Nuevo León y el Estado de México, en tanto que la mayoría se concentran en el caso de nuestra entidad en la ciudad de Saltillo, además de Ramos Arizpe y Arteaga aunque en menor número.
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“Actualmente en la región hay alrededor de 3 mil 300 personas refugiadas, desde niños a adultos mayores, de este grupo son alrededor de mil 500 los que están vinculados a una opción laboral”, señaló Ana Lorena Galindo Cepeda, jefa de la Oficina de ACNUR en Saltillo.
Cabe mencionar que entre 30 y 40 empresas brindaron lugar a estos extranjeros y se registraron en el Directorio de Empresas Solidarias.
Subrayó que existe para ellos una diversificación de opciones laborales, ya que no sólo se trata del ramo industrial, ya que existen otras áreas como comercio, servicios y construcción, lo que beneficia para poder empatar a estas personas con algún empleo al momento de obtener la calidad de refugiados.
Precisó que entre las problemáticas que se pueden presentar para contratarlos está lo relacionado a la inclusión financiera, es decir poder obtener una tarjeta de nomina, por la documentación que se les solicita, ya que los sistemas bancarios generalmente solicitan un documento nacional como la Identificación oficial del Instituto Nacional Electoral o bien un pasaporte vigente, con lo que no cuentan los refugiados.
“Pero han sido cuestiones que se han ido sorteando con apoyo de las cámaras industriales, el gobierno y los mismos bancos y empresas”, expresó.
De las nacionalidades que solicitan este beneficio principalmente proceden de Honduras, El Salvador, Guatemala, Nicaragua y Cuba, aunque “hay países que tienen como picos al expulsar a sus nacionales.
Galindo Cepeda explicó que estas personas tienen un estatus permanente hasta que sus condiciones se modifiquen, es decir que el riesgo que corrieron en sus países haya desaparecido ya que principalmente se solicita el refugio por cuestiones de seguridad.
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