Valle de Acatita, lugar de riqueza natural que no ha sido conservada

Se han encontrado restos fósiles, huesos de animales y de quienes habitaron hace miles de años, que son adquiridos por coleccionistas.

En el Valle de Acatita, se encuentra a las comunidades de Charcos de Risa. (Adriana Magallanes)
Cráneos, animales petrificados, es parte de la riqueza arqueológica. (Adriana Magallanes)
Adriana Magallanes
Madero, Coahuila. /

El municipio de Francisco I. Madero, Coahuila cuenta con diferentes lugares turísticos, entre ellos el Valle de Acatita, una de las zonas que posee grandes riquezas naturales y arqueológicas.

En el Valle de Acatita, ubicado al norte del municipio, se encuentra a las comunidades de Charcos de Risa, Tres Manantiales, Felipe Ángeles, Linda Vista y Río Aguanaval, en donde existen vestigios de las tribus irritilas.

En este lugar, se han encontrado restos fósiles, huesos de animales, así como de quienes habitaron hace miles de años la región y los cuales son adquiridos por coleccionistas, quienes pagan cantidades mínimas por las riquezas arqueológicas que se encuentran en este lugar.

Habitantes de la comunidad de Tres Manantiales, manifiestan que desde niños empezaron a recorrer la sierra, los lugares aledaños y cuevas, en donde han encontrado esqueletos en cuevas, fósiles y chuzos (punta de la flecha de piedra filosa), mismos que son comercializados a coleccionistas que llegan al Valle de otros partes del país e incluso del extranjero.

“Ahorita un chuzo nos pagan hasta 200 pesos, hay compradores para eso, eran con lo que la gente cazaba antes, son las armas”.

Cráneos, animales petrificados, es parte de la riqueza arqueológica que han encontrado los pobladores y que lamentablemente no se ha conservado.

“Hemos encontrado lo que es de la tráquea como de un animal prehispánico, grande y grueso, he encontrado los venados petrificados, fósiles erizos, cementerios, las tumbas y partes en donde habitaba la gente, las chimeneas con carbón”.

Mencionan que con los hallazgos que hacen, realizan artesanías que posteriormente venden a quienes acuden a la zona.

“Me pongo hacer artesanías, me pongo hacer arcos de la danza, le pongo el chuzo a la flecha, son copias como las que había antes”.

Para poder realizar estos hallazgos, muchas de las veces tienen que llegar hasta las cuevas, así como en la sierra de Tlahualilo y el Valle, en donde asegura, han encontrado esqueletos de recién nacidos y de adultos.

“En cuevas hay partes en donde hay mucho guano y hay unas partes en donde salen las lechuzas esas pateadas, son partes bonitas que gente que conoce las encuentra”.

Algunos de ellos, aseguran que salen en busca de los vestigios y al tener una importante cantidad, hablan a las personas que se los compran.

“Al hallar algo les echan una llamada y vienen y las compran, so coleccionistas, tienen sus museos propios”.

Las condiciones de pobreza y el desconocimiento han evitado la conservación, pues la principal actividad que es la candelilla de la que obtienen muy bajas ganancias, por lo que la manera de subsistir, es salir en busca de vestigios para ponerlos a la venta.

Otro de las bellezas que se encuentran en el Valle de Acatita, son las dunas que llevan el mismo nombre, ubicadas en el ejido Linda Vista, en donde también se localizan indicios de asentamientos humanos, chimeneas, así como restos de moluscos acuáticos.

Ahí, los pobladores buscan la conservación y desarrollo turístico, por lo que han evitado el saqueo de arena de las dunas que particulares han intentado llevase para comercializarla en el extranjero.

Eugenio Aguilar Moreno, manifiesta que la intención de los ejidatarios de Linda Vista, es impulsar el turismo en esta zona, ya que se cuenta con grandes riquezas que pueden ser aprovechadas y que generarían una derrama económica para los pobladores, pues con las visitas que se reciben de personas del extranjero y de otras partes del país, los lugareños se benefician.

“Nosotros nos beneficiamos vendiéndoles alimentos, los guías que también se les paga, a los vehículos que los mueven, hacemos el recorrido y ahí hay una derrama económica y se benefician los lugareños”.

A estos lugares acude un gran número de personas del extranjero, así como nacionales, en donde acampan de las zonas de avistamiento de ovnis, además de investigadores.

“Son gente que le gusta la naturaleza y ellos creen en los ovnis, recarga de energía y vienen y se llenan de energía en estas dunas que es una zona de magnetismo”.

Las dunas mejor conocidas como de Acatita de 10 kilómetros de largo por uno y medio de ancho, contamos con dos manantiales que es el ojo de las uvas y el ojo del coyote, tenemos yacimientos de mármol, tenemos otros minerales”.

Aseguran que las condiciones de abandono y falta de apoyo para detonar el turismo con la riqueza natural que se cuenta, se tendría un importante desarrollo en las comunidades del Valle de Acatita.

​EGO

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