La desesperación invadía la mente de Janis, una mujer de Hermosillo, Sonora, que jamás imaginó vivir el tormento de separarse de sus hijos tras una fallida relación amorosa.
Sus pequeños de 16 y 14 años, vivieron con ella hasta que por la influencia de su padre se fueron a vivir lejos de su mamá.
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Fue hasta que se acercó al Frente Nacional Contra la Violencia Vicaria cuando identificó el tipo de violencia que sufría y tomó acción para que ninguna mujer padezca esa situación.
“La manipulación está desde que ellos están chiquitos, los manipulaba a un nivel extremo, porque ya lo había demandado una vez por manutención, pasamos por todo el proceso de audiencias y le giraron orden de aprehensión”.
En vistas de darles un mejor futuro, en 2015 Janis decidió tomar un vuelo de avión desde Hermosillo a Monterrey, Nuevo León, e iniciar una nueva vida, sin embargo, los problemas con su ex pareja persistían y silenciosamente él colocaba ideas en la cabeza de los niños.
“Yo los mantuve a los niños, no les faltaba absolutamente nada y todavía en vacaciones lo veían. Más que nada el tema de manutención no puede ir pegado con el de la convivencia”.
En Nuevo León, hizo gala de su talento administrativo y logró darles la calidad de vida que deseaban , sin embargo, mediante llamadas telefónicas, mensajes y diferentes tipos de convivencia, sus hijos se convencieron de lo que decía su papá.
“Los niños aquí estaban en futbol, en la escuela, sacamos una casa, me fajé los pantalones”.
En una visita a Hermosillo, engañosamente el hombre convenció a los menores de no regresar con su mamá y desde entonces no se puede reencontrar con ellos.
“Ya he recibido amenazas muchos años y aún así logró llevárselos”.
Desde entonces, realiza activismo para recuperar a sus pequeños.
En los colectivos de mujeres conoció a Yetlanezi, otra mujer que sufrió una situación similar y que incluso pisó la prisión por una supuesta demanda por incumplimiento de obligaciones familiares.
“Cuando yo iba entrar a mi casa me chocan, se van con toda la velocidad del universo y me chocan para que yo no entre a la casa y ya cuando me chocaron se baja el señor super enojado y me empieza a decir que me bajara del auto, que yo traía una orden de aprehensión y que me iban a llevar”.
Gracias a las redes sociales, se contactaron con Magdalena, una de las representantes del Frente Nacional contra la Violencia Vicaria en Monterrey, quien sufrió la misma situación por la manipulación de sus hijos.
“A mi me quitaron a mis hijos con ayuda del DIF, de ahí empieza todo lo que es cuando los niños van creciendo, empieza la manipulación de los niños, empieza a provocar todo este desapego materno y empiezo a darme cuenta que hay una violencia institucional”.
Las afectaciones han sido en su salud, economía e incluso en su patrimonio.
“Algo que en que coincidimos todas es que a veces perdemos hasta el patrimonio, perdemos mucho al momento de tratar de recuperar a los hijos”.
No obstante, hasta sus padres perdieron un inmueble en su intento por recuperar a los menores.
“Mis papás en su intento de recuperar a sus nietos, perdieron también una casa, todo esto comienza a escalar”.
En marco del Día Internacional de la Mujer, las activistas desean que en Sonora se tipifique la violencia vicaria como delito y elevan la voz para que ninguna mujer sea lastimada por medio de lo que más ama, sus hijos.
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HCM