José y Víctor: los adultos mayores asesinados que son el rostro de los daños colaterales en Colima

Los hombres, ambos personas con discapacidad, fueron baleados afuera de su casa cuando un hombre, que era perseguido, se acercó a ellos.

Las víctimas habían salido de su casa en Tecomán, Colima, para refrescarse y fueron asesinados. | Especial
Colima /

Tecomán es el municipio más caliente del estado de Colima, para huir del calor de la tarde, las personas mayores acostumbran llevar sillas a la puerta de sus casas. Los habitantes platican mientras mientras cae la noche y, con ella, el clima refresca.

Este hábito era parte de José y su esposa Adriana, quienes, acompañados de Víctor —hermano de la mujer— salieron de su casa la tarde del 17 de marzo. El domicilio se ubicada en la calle Guadalajara 262, en la colonia Cofradía de Juárez.

​Sin embargo, los altos índices delincuenciales de la entidad, aunado a una mala jugada del azar, los convirtieron ese día en el rostro de los daños colaterales: se convirtieron en personas que fueron asesinadas por estar en el lugar equivocado en el momento equivocado.

Adriana se salvó de milagro. "Yo me metí porque tenía que ir al baño y ellos se quedaron sentaditos. Estábamos esperando al de la nieve, pero nunca pasó. (…) Cuando regresé, los hallé muertos, fue una balacera y yo me metí, si no, también me habría tocado".

Según versiones de los vecinos, un hombre al que venían persiguiendo se acercó para sentarse con ellos y esconderse, entonces llegaron dos personas en una motocicleta y dispararon contra todos.

"Pasó uno y se sentó ahí con ellos a platicar, lo iban siguiendo. Yo creo que quiso esconderse. Se sentó sin que lo llamaran, luego llegó el que lo venía siguiendo y los balaceó a todos", narró Don Juan, padre de Víctor y de Adriana.
José tenía 59 años, problemas de audición y epilepsia, mientras que Víctor, de 66 años, era autista. “Los dos eran personas con discapacidad. No pueden decir que algo debían o que tenían algo que ver", argumentó Adriana, también con discapacidad motriz.

La persona a la que seguían sólo quedó herida, pero los dos adultos murieron. Su perro Canelo también quedó herido: una bala impactó una de sus patas traseras. La sociedad se organizó para pagar su cirugía y ahora está en recuperación.

Sin embargo los gastos de la familia son muchos y Adriana, que perdió a su esposo y a su hermano por la delincuencia, pidió atención por parte del gobierno estatal.

"Que me ayuden tantito porque estamos muy gastados. Me quedé sola, sin trabajo y yo también estoy discapacitada", señaló.

ROA

  • Arnoldo Delgadillo
  • Investigador social, periodista y escritor. Corresponsal de Milenio en Colima. Ha publicado en medios nacionales e internacionales.

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