El 2 de marzo del 2022, una mujer de 37 años y madre de un niño fue asesinada con cinco disparos de un par de hombres que se dieron a la fuga. Hoy se matan en Colima, más mujeres que nunca: madres, hijas, esposas.
El hijo de 10 años que presenció la escena corre hacia la periodista Ángeles Ávalos, mientras acude a la cobertura de un hecho de sangre a la calle Cuarzo esquina con Minerales, en la colonia Real de Minas, en Villa de Álvarez, Colima.
"Muchacha, muchacha. Ayúdame por favor. Le dispararon a mi mamá", le dice con palabras que nacen entrecortadas por un llanto indescriptible.
De acuerdo a estadísticas oficiales, durante 2021, 45 mujeres fueron asesinadas de forma violenta en el estado, pero en los primeros seis meses de este 2022, hasta el 13 de junio, ya 53 mujeres son víctimas de homicidios dolosos en la entidad, entre ellas, dos menores de edad y varias adultas mayores.
La coordinadora del Observatorio Ciudadano Nacional de Feminicidios en Colima, María del Carmen García, explica que las mujeres han sido afectadas por la ola de violencia que enfrenta Colima desde el 27 de enero, cuando luego de un enfrentamiento en el Centro de Reinserción Social (Cereso) de la capital, se desató una lucha sin cuartel entre dos grupos del crimen organizado.
“Sí nos afecta porque aunque la violencia es una problemática de hombres y entre hombres que están peleando territorio y poder económico, nos ha estado afectando de forma terrible a las mujeres y las niñas; antes de la declaración de la guerra y/o violencia del Estado contra la delincuencia, y de los grupos delictivos entre ellos, la incidencia era un promedio cinco o seis (asesinatos de mujeres) por año”, dijo en entrevista con MILENIO.
Es decir, después de más de 15 años, la violencia general en Colima y algunos meses con especial énfasis en el estado, han aumentado los homicidios de las mujeres y las niñas: “podemos decir que hay violencias graves contra las mujeres y las niñas que hacen intersección con otras violencias graves como son los feminicidios, las desapariciones y la violencia sexual, y de está gravedad se agrava a un más es los asesinatos de jóvenes y niñas”.
La activista explicó que todavía no son suficientes las políticas públicas para proteger y defender a las mujeres de la violencia.
“La problemática es grave, es estructural, multifactorial en la que se necesita la participación de todas las autoridades. No se trata de que las mismas autoridades repartan culpas, se trata de que asuman responsabilidades y acciones prioritarias y que cada autoridad de la cara, es decir que dé cuenta de lo que está haciendo para la prevención, atención y erradicación de la violencia y de acceso a la justicia y conocimiento de la verdad de las víctimas de la violencia feminicida”, concluyó.
LG