Hace diez años, el Cártel de los Zetas dominaba Tamaulipas. A punta de balazos, extorsiones y homicidios se ganó el temor de los habitantes de ese estado.
Las autoridades estaban atadas de manos ante el poder de fuego de los criminales.
Esta situación llevó al hartazgo a los pobladores de Hidalgo, Tamaulipas, los cuales se organizaron para conformar el grupo de autodefensas "La Columna Armada o Pedro J. Méndez", en honor el general revolucionario que nació en ese municipio.
Con el paso de los meses los civiles se convirtieron en un brazo armado del Cártel del Golfo, rival del Cártel de los Zetas.
Bajo el cobijo de este grupo criminal, La Columna Armada impuso su ley, y quien no estuviera de acuerdo con ella era asesinado, amenazado o despojado de sus pertenencias.
Las familias que se opusieron a la alianza de la columna armada con el Cártel del Golfo tuvieron que huir de sus hogares, dejando todo.
Sin embargo, otras familias optaron por hacerle frente a las amenazas en lugar de escapar, fue así que durante una década vivieron bajo el yugo de los autodefensas.
A través de videos publicados en redes sociales, los afectados denunciaron la violencia que padecían. La Fiscalía de Tamaulipas intentó intervenir en el conflicto pero no tuvo éxito.
Los líderes de este grupo son: Octavio Leal Moncada, detenido ayer por presunto homicidio; Eloy Flores Martínez, Cesáreo Leal Perales, y la ex diputada local por Tamaulipas, Nohemí Estrella Leal; estas tres últimas personas cuentan con orden de aprehensión por diversos delitos.
Con la detención de Octavio Leal Moncada, se abre la posibilidad del restablecimiento de la paz en Hidalgo, Tamaulipas, sin embargo, los desplazados aseguraron que no regresaran a sus poblados hasta que existan las condiciones de seguridad.
EAS