El 2020 pasará a la memoria mundial por pandemia del covid-19, sin embargo la sociedad lagunera también lo recordará por diversos hechos que marcaron a su infancia y a sus mujeres.
El 10 de enero por la mañana ocurrió un tiroteo al interior del Colegio Cervantes de Torreón, donde un niño de 11 años mató a una maestra e hirió a cinco compañeros más y un profesor, para después quitarse la vida.
Por los hechos fue detenido días después su abuelo, quien lleva un proceso judicial acusado por el delito de omisión por comisión. Días posteriores al tiroteo se informó de los antecedentes criminales del padre del menor y diversas acciones tomadas por la autoridad estatal encaminadas a la contención emocional, así como la implementación del operativo Mochila Segura para evitar hechos similares.
Aunque también se planteó la creación de figuras que dieran seguimiento al tema de la salud mental en los estudiantes e instituciones educativas, la pandemia por el covid-19 vino a pausar esas iniciativas.
Pero más allá de eso, hay quienes cuestionaron el proceder de la autoridad tras los hechos en cuanto a pretender implementar medidas como la revisión de las mochilas, al considerarlas violatorias de los derechos humanos y no atender las auténticas causas de estas problemáticas.
“Nuestras infancias están olvidadas y la forma en que la niñez aprende la violencia y la reproduce es silenciosa, sutil, simbólica e invisibilizada porque está normalizada en nuestra sociedad”, señala la socióloga Tania Chávez Díaz.
Opina que las secuelas sociales y psicológicas de la violencia arrastradas por la guerra contra el narcotráfico siguen siendo un pendiente.
Violencia contra la mujer y feminicidios
La violencia contra las mujeres son otra problemática que evidenció este año. Los feminicidios no nada más continuaron, sino que también se recrudecieron al volverse múltiples.
De manera particular dos hechos acapararon los reflectores por su alto impacto: el asesinato de tres enfermeras del Seguro Social el 7 de mayo en la colonia Compresora en Torreón y el 27 de octubre cuando cuatro mujeres fueron encontradas sin vida en un domicilio del ejido San Ignacio en San Pedro de las Colonias.
Al cierre de 2020 hay detenidos por ambos hechos, aunque el proceso judicial continúa sin sentencia hasta el momento.
“La violencia física y feminicida se recrudece debido al confinamiento, pues sabemos que un gran porcentaje de violencia viene en su hogar ya sea de manos de su pareja o niñas. Encerrarte agresores incrementa la situación de riesgo”, afirma Tanía Chávez Díaz.
Indica que el esfuerzo de las diferentes instituciones para atender la problemática fueron rebasados porque la violencia de género y el covid-19 chocaron como dos pandemias.
“Las personas que trabajamos en el tema sabíamos el riesgo y lo que se venía. Las autoridades intentaron establecer medidas con teléfonos o líneas de atención a las denuncias, sin embargo, es insuficiente el presupuesto y los recursos humanos y materiales para dar atención al fenómeno de violencia de género que es otra pandemia”.
Marcha feminista y ‘Un día sin mujeres’
Durante el 2020 dos hechos reflejaron el hartazgos de las mujeres hacia la violencia que sufren: la marcha en que miles de mujeres participaron de Lerdo a Torreón el 8 de marzo y un día después el paro #UnDíaSinNosotras.
Si bien ambas iniciativas representan un movimiento de alcance nacional que abarcó prácticamente todos los estados del país, llamó la atención la respuesta que tuvieron en La Laguna.
Sin embargo, las protestas y acciones para visibilizar la violencia contra las mujeres aún tienen como reto fomentar un trabajo de base que permita llegar a las causas de fondo.
“Si algo queda bien claro es que si las manifestaciones no vienen acompañadas de un acompañamiento a víctimas y una verdadera concientización se quedan en eso y seguimos sin cambiar nada estructural”, argumenta Mayte Méndez Porras, integrante de la Red de Mujeres de La Laguna.
Considera que este año también llevó a las asociaciones y grupos feministas a replantear sus acciones en favor de las víctimas de violencia.
“Con esta pandemia y el encierro nos dimos cuenta que las víctimas están muy solas y muy aisladas. Queda claro que los acompañamientos pueden ser virtuales y mínimo les da cierta esperanza o apoyo, pero en muchas ocasiones es difícil porque están incomunicadas o muy restringidas”.
Tanto Méndez como Chávez coinciden en que la resolución de los asesinatos de las mujeres es un pendiente, pues pese a que hay detenciones por lo mediático que se volvieron algunos, las carpetas de investigación siguen abiertas sin sentencias para los presuntos responsables.
“La autoridad sigue sin actuar como debería y sigue faltando simplemente educar a su mismo personal que son indolentes a todo este tipo de situaciones, pues estos feminicidios van en escalada y cada vez con más odio”, reiteró Méndez.
Cabe precisar que al cierre del mes de noviembre los datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública establecen que siete ciudades de Coahuila, figuran en el listado de los Primeros 100 municipios con más Presuntos Feminicidios. Torreón que tiene el registro de cinco carpetas de investigación ocupa el puesto 28 y San Pedro, con dos denuncias, el 93.
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