Chaac VS Poseidón: 'Beryl' se hace esperar en la Península de Yucatán y los pobladores reaccionan a su retraso

La espera a que 'Beryl' toque tierras mexicanas se ha traducido en un juego de pelota maya que ha tenido de todo: compras de pánico, reacción social y optimismo.

Huracán 'Beryl' se degrada a categoría 2 a 455 kilómetros de Tulum
Fernando Rocha
Ciudad de México /

¿Qué hay de cierto en la frase “después de la tormenta viene la calma”? Al parecer nada, pues iniciada la temporada de huracanes en el Atlántico, México ha recibido la visita de Alberto y ahora estamos a la espera de Beryl ciclón que ha sido de lo más atípico y letal según los expertos en el clima, ya que con el paso de los días se colocó en la cima de la escala de Saffir-Simpson para volverse a estancar en el escalafón 3 de la misma.

Con el pasar de los días, la trayectoria del huracán ha estado en boca de la sociedad yucateca, las primeras planas de los noticieros y se colocó en los temas de conversación más candentes de fuera de Yucatán por el tipo de impacto que pudiera tener al llegar por la puerta grande a la Península.

MILENIO pudo hablar con Jenny y Celia Márquez, hermanas originarias de la Ciudad de México que por andanzas de la vida ahora esperan el impacto de Beryl en sus casas, mismas que han protegido con tablones y cinta en espera de que la villana número 1 de las vacaciones de verano pierda fuerza en esta, su primera vez impactando tierras mayas.

“¡Gasté un total de 3 mil pesos para proteger mi casa! En mi hogar me preocupé por revisar las puertas corredizas, las ventanas, las jaulas para mis mascotas, las velas (porque no teníamos), fijamos compresores de aire acondicionado y en general los vecinos tuvieron que limpiar sus azoteas para evitar que algo (o alguien) volara del techo”. Comenta Jenny a este diario.

Dentro de la misma ciudad, Celia comentó que no se vio en la necesidad de invertir en protecciones para su casa, pues “se aseguró de revisar que todo estuviera en órden”.

Huracán beryl en Quintana Roo

Un paso antes de la eventualidad: compras y patrimonio a salvo


Como todo en la vida, la prevención es importante, pero con el anuncio de que la fuerza de Beryl se localizaba en el último peldaño de la escala de Saffir-Simpson la gente se volcó a los supermercados para comprar lo necesario. Las hermanas Márquez relatan que cada una lo vivió de distinta forma, pero sin alterar el propósito principal: abastecer sus alacenas evitando algún percance.

“Realizar las compras fue algo caótico. Vi a mucha gente alterada y en el super se vio escasez de productos (..) Pensé que estaría muy lleno, pero no fue así, mucha gente días antes abarrotó los supermercados y desde mi punto de vista fue buena decisión no hacerlo con tanta anticipación, pues pude conseguir víveres para estos días y adelantar compras”. Comenta Celia

Por otro lado, Jenny nos compartió que las compras de los yucatecos fueron hasta cierto punto exageradas:

“Todos se llevaron cantidades enormes de cosas: aceite, enlatados, papel de baño, madera y hasta cintas canela. Compré cosas sí, pero no de esa forma, porque todos debemos alcanzar; llevarse todo del supermercado para acaparar una compra es algo egoísta en estos tiempos “.
El supermecado quedó vacio en su totalidad | Especial

La prevención no abarcó nada más los rincones de la cocina o el sellar las ventanas, pues también se hizo presente la necesidad de la gente de proteger sus bienes materiales:

“Además de la casa, se revisó el portón de la entrada y se tuvieron que resguardar los autos en lugares seguros donde no me fuera a encontrar con la novedad de tener un árbol en el cofre de la camioneta. Lo mismo pasó con yates o barcos, la gente vio cómo quedó Acapulco tras el paso de Otis y lo primero que hicimos fue velar por nuestra seguridad y el qué podía pasar con el esfuerzo de nuestros trabajos”. Comentó Jenny a este diario.
“Los tinacos se amarraron, los techos de las gasolineras se han fijado al suelo y la gasolina empezó a despacharse (...) Vi una pelea en al cargar gas, esta fue muy cerca de mi auto y tuve un poco de miedo”. Declaró Celia.
Yucatán se preparó para el impacto de Beryl | Especial

Comunicación y calma: la clave de los yucatecos ante ‘Beryl’


Por más ciclones y tormentas tropicales que azoten la Península, hay algo que la lluvia nunca se podría llevar y esa calma tenebrosa que se vive previo a estos fenómenos, pero en esta ocasión el optimismo se ha plantado en la sociedad, pues las hermanas Márquez han visto que la gente espera lo mejor: “sería muy bueno que baje la intensidad del huracán y se convierta en una tormenta tropical”, el deseo compartido de ellas y muchos dentro de la zona de presencia de Beryl.

Un punto importante que se ha visto durante el desarrollo y espera de este huracán es la constante comunicación que las personas han tenido con familiares, amigos y hasta parejas que viven dentro de la región.

Los habitantes de Yucatán comienzan a llegar a los albergues por el temor del huracán 'Beryl'
“Como hermanas estamos comunicadas una con la otra por si pasa cualquier cosa. Nos mantenemos en constante plática con mi mamá que vive en Morelia (Silvia) y nuestra otra hermana que vive en la Ciudad de México (Cris), A las dos les hemos dicho lo que el gobierno y las páginas de Protección Civil tienen en sus feeds y las mantenemos al tanto de cualquier cosa”.

Además las dos convergen en un punto: la gente está más tranquila, pero no deja de permanecer alerta:

“Nosotras vemos a los demás muy tranquilos y asegurando que solo lloverá muy fuerte con algo de viento algo. Las personas que han vivido aquí toda su vida están alertas, pero calmadas. La situación cambia con las personas de fuera, los que viven en otro estado de la República son los más preocupados, pues localizan a sus familiares para saber de ellos; el huracán no es una broma, pero lo tomamos como si Chaac y Poseidón se pelearan por Mérida (..) El revuelo que causó esa estatua fue de película”.

¿Son amigos de toda la vida? Así la Península le ha dado la bienvenida a sus peores enemigos


Yucatán y los huracanes nunca han sido los mejores amigos, en la década de los 80, Gilberto llegó como el invitado no deseado (pero puntual) a los festejos patrios, pues un día antes de ‘la noche del grito’, el fenómeno natural devastó la Península con vientos sostenidos de 287 km/h y según el Diario Oficial de Yucatán dejó a 65 mil personas sin casa, 80 mil barcos en hundidos, 202 muertos y daños estimados en 2 millones de dólares. Sin dejar de lado que fue un huracán que según los datos del archivo del Centro Nacional de Huracanes mantuvo su categoría 5 en todo su paso, por lo que se le conoce como el Huracán asesino.

'Gilberto fue un huracán que jamás perdió su fuerza | CNH

En septiembre de 2002, el huracán Isidoro de categoría 3, les hizo una pequeña gran visita con vientos de 185 km/hr y tardó 36 horas en abandonar el estado llevándose todo a su paso y dejando al estado con municipios inundados, derrumbes y damnificados que volvieron a perder todo. Este huracán logró que 106 municipios se declararan como zona de desastre y fijó los ojos del país en la crisis que dejó a su paso.

Y por último, Wilma, que en octubre de 2005 tuvo impacto en Yucatán con vientos propios de un fenómeno de categoría 4. Este huracán fue tan letal y costoso que México pidió se retirara el nombre de la lista del Centro Nacional de Huracanes. Wilma se “topó con pared” previo a su llegada, ya que un frente frío le impedía el paso, pero cuando el frente se debilitó 70 horas de viento cayeron sobre la Península.

'Isidoro'no fue tan mortal, pero dejó afectaciones en el país | CNH

‘Otis' y remanentes en la sociedad mexicana: entre el optimismo y la preocupación


Tal como si fuera un pronóstico del clima, el huracán que impactó en Acapulco dejó una herida nada fácil de sanar en las ciudades costeras:

“Las imágenes que vimos todos de ‘Diamante’ y de cómo quedó el Puerto de Acapulco siguen ahí, nos mostraron lo devastador que puede ser un huracán y esa fue la razón de las compras de pánico (...) No estamos dispuestos a que ‘Beryl’ venga con toda su fuerza y nos deje sin nada”. Comentan fuentes cercanas a Jenny Márquez.

Aún con un poco de duda, Jenny y Celia Márquez esperan el impacto del que sería su primer huracán en Yucatán:

“Nunca viví un huracán, hemos visto tormentas tropicales, pero nada se compara con eso. En Yucatán llueve mucho, el calor al día siguiente se vuelve insufrible. Es casi seguro que varias colonias se inunden y que los casos de dengue y zika estén a la orden del día”. Comentó la dupla para este diario.

Al cierre de esta nota, Beryl tocó tierra a las 05:05 horas del viernes 5 de julio al norte de Tulum. 


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