No conocen un mundo digitalmente desconectado. Han vivido la mayor parte de su vida con un smartphone en la mano, tienen una capacidad casi innata para manejar dispositivos digitales, controlar cuatro pantallas a la vez no es nada asombroso en su contexto.
Son los chicos centennials, generación que ahora estará marcada a la pandemia covid-19.
Nacieron a partir de la mitad de la década de los 90's, por lo que se vinculan sin dificultad con el mundo virtual y caminan sin tropiezo entre ecosistemas digitales, sus capacidades para realizar multitareas son un reto para sus educadores, pero también para sus futuros empleadores puesto que han empezado a desembarcar en los ambientes laborales.
Dell Technologies encuestó a 12,000 estudiantes de 16 a 23 años representando a 17 países alrededor del mundo, detectó que tienen una comprensión profunda de cómo la tecnología puede transformar la forma en que se vive y se trabaja, 80% aspira a trabajar con tecnología de punta y el mismo porcentaje cree que la tecnología y la automatización crearán un entorno de trabajo más equitativo; 82% dice que las redes sociales pueden ser una herramienta valiosa en el lugar de trabajo.
Los miembros de la Generación Z, llamados centennials o gen z, están llenos de cualidades tecnológicas, pero les preocupa tener las habilidades blandas (ligadas a la comunicación personal efectiva).
El mismo estudio refleja como 75% de ellos espera aprender de sus compañeros de trabajo y no de programas en línea y, 53% preferiría ir a la oficina a trabajar desde casa.
“Nos rescatan”
María del Carmen Reyes García, presidenta de la Comisión de Mujeres Empresarias Coparmex Laguna, sostiene que la Generación Z son creativos, innovadores, pueden controlar hasta más de cinco dispositivos tecnológicos digitales y han auto gestionado algunos de sus múltiples aprendizajes con el uso del internet.
Como emprendedora y profesional sabe que esa generación ha auxiliado a miles de adultos que trabajando a la distancia les han buscado para armar juntas de trabajo virtuales, para realizar presentaciones en línea, para conocer aplicaciones que facilitan el home office o los nuevos ambientes de capacitación virtual.
“Son ellos quienes saben dónde hacer click y cómo conectarse desde múltiples plataformas, se voltea hacia ellos para resolver esas dudas”.
Lo que dice la empresaria fue un lugar común hace ocho meses para miles de tomadores de decisiones: ¿Cómo acceder a zoom? ¿Cómo hacer una junta en línea con los colaboradores? ¿Cómo dictar una capacitación? Esas preguntas en innumerables ocasiones se resolvieron con un centennials al lado.
Navegan en una comunidad con una sobreexposición de información que la deben procesar de forma muy rápida, aunque admite que tal vez no la analizan. Y es que añade que para captar su atención apenas se tienen ocho segundos y eso es una característica que se debe atender en el mundo e-commerce.
“Al final del día a ellos esta nueva realidad les cayó como anillo al dedo. Y es que ellos no pueden estar sin conectividad, son multitasking, prácticos y sus capacidades de gestión tecnológicas les permitirán desenvolverse en un ambiente empresarial donde el grueso de las soluciones de manera natural están vinculadas a la adaptabilidad de herramientas tecnológicas”.
María del Carmen señala que los centennials son flexibles y con una adaptabilidad muy alta, a quienes ella cataloga como una generación que nos está rescatando del aislamiento compartiendo con sus cercanos soluciones que han permitido la comunicación a distancia.
Generación Z extraña la escuela
Jorge Alberto Pacheco Casas, docente de secundaria, preparatoria y educación normalista considera que la Generación Z, representa a jóvenes empáticos y sensibles ante la situación inédita que les rodea, sin embargo, le preocupa su vulnerabilidad ante el exceso de información en el que navegan.
Opina que sus estudiantes de secundaria no se han adaptado al trabajo educativo desde casa, pero sí reflejan su desempeño tecnológico.
Pueden asistir a las clases en línea sin complicaciones porque conocen el uso de las computadoras y teléfonos inteligentes, pero extrañan la escuela. Nota diferencias positivas frente a los millennials, su generación anterior.
No le queda duda que estos chicos a quienes para mantener su atención debe abordar temas de relevancia social, asignar consultas mientras la clase se desarrolla para mantenerlos interesados, son un grupo reflexivo sobre la complejidad que vive el mundo. Sus alumnos que asisten a escuela pública cuentan con computadora o teléfono inteligente para seguir las clases en línea.
Reconoce su adaptación a las nuevas formas de interacción social, como al uso del cubre bocas, se asombra de cómo de una forma simple y sensible valoran a su familia, maestros y amigos.
Le cuentan cómo se han convertido en chefs, han organizado sus habitaciones o aprenden nuevas habilidades. Sin embargo, asegura que le preocupa el caudal de información que reciben digitalmente, en los proyectos escolares detecta fake news y por ello habla de la necesidad de acompañarles para que distingan la información confiable.
“Están informados y desinformados a la vez, es tanta la información que reciben que les cuesta procesarla y se les dificulta tomar una decisión”.
No duda que los centennials se estén comunicando a través de medios digitales, pero considera que no logran una socialización completa y por ello constantemente expresan su deseo de regresar a la escuela.
También señala que muchos de ellos están ansiosos y por momentos se deprimen, aunque no deja de reconocer el destacado comportamiento escolar de algunos estudiantes, demostrando características no observadas en clases presenciales.
CALE