Con una misa de cuerpo presente, encabezada por el obispo Salvador Rangel Mendoza, cientos de habitantes de Apango despidieron a Germaín Muñiz, sacerdote asesinado a balazos ayer en la madrugada sobre la carretera federal Iguala-Taxco.
TE RECOMENDAMOS: Matan a tiros a dos curas en Guerrero
El cadáver llegó a las 12:00 horas en una caja tallada en madera fina, que fue colocada en el piso de la iglesia de Apango frente al obispo Rangel Mendoza, quien se trasladó desde Chilpancingo para oficiar la misa de despedida.
Cientos de pobladores acudieron a la parroquia para escuchar el mensaje del obispo, quien llamó a luchar por la paz.
jbh