A un año del impacto de Otis, la reconstrucción de Acapulco ha logrado avances en la mayoría de los rubros. La amenazada que representó el huracán John no la frenó la recuperación de hoteles, restaurantes, bares y hasta de la vivienda popular. Sin embargo, el reto persiste en los condominios que al paso de la Costera Miguel Alemán y de la zona Diamante se observan aún destruidos.
La mayoría no recibió apoyo del gobierno y los dueños se han enfrentado a numerosos obstáculos que van desde el pago de los seguros hasta asambleas de vecinos que no logran acuerdos para lograr una remodelación por los altos costos.
"Algunos han optado por no reconstruirlos", afirmó uno de los vigilantes en un edificio que sufrió grandes estragos y pareciera abandonado.
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Muchos de los dueños han sido amenazados de no hacer público su disgusto con las aseguradoras, pues si difunden no se les pagará "ni un peso".
La negativa afecta en la imagen del puerto turístico que lucha por recuperar su vida cotidiana previo al impacto de viento y agua con velocidades de hasta 300 kilómetros por hora.
"Uno pasa y ve todavía el daño... afecta en la imagen, por qué es imagen de deterioro, pero son empresas privadas, que ahí nosotros como gobierno no podemos intervenir, ahí se tienen que poner de acuerdo para poder renovar sus condominios, entonces sí va a tardar un poco, sobre todo checar con las aseguradoras, pero la gente que viene turista lo entiende", afirmó a MILENIO el ex secretario de Turismo de Acapulco, David Abarca Rodriguez.
Se estima que para la reparación de los 250 condominios que fueron dañados por el meteoro, se tendría que desembolsar por los dueños y aseguradoras al menos 400 mil millones de pesos.
"El proceso de reconstrucción va más lento en los condominios, es decir hay otros procesos, ahí las asambleas se tienen que poner de acuerdo, los seguros, el cobro de cuotas extraordinarias, pero la gente que tenía un condominio, que tiene un condominio en Acapulco sigue viniendo a Acapulco", comentó Simón Quiñones, titular de Turismo de Guerrero.
Por otra parte, el encargado de Sectur estatal confía en que la reconstrucción permita al municipio avanzar en materia económica.
"Todos los días en Acapulco se abren nuevos negocios, nuevas habitaciones; a la fecha tenemos 11 mil 552 habitaciones abiertas y operando en 236 hoteles en Acapulco, pero estamos hablando de una apertura no solamente de habitaciones que cambiaron vidrios o plafones y su pintura, estamos hablando de que hoteles se reconstruyeron o se renovaron completamente... estamos ofreciendo una infraestructura turística hotelera renovada y no solamente ocurre en los hoteles, está ocurriendo en los restaurantes, centros comerciales, terminales de autobuses", agregó.
Quien fuera directivo de Mundo Imperial pronosticó que a finales de octubre, fecha en que se cumplen 12 meses del paso de Otis, se llegará a 13 mil habitaciones disponibles y para diciembre 15 mil, pues se espera la reapertura de hoteles como el Princess y el Hotsson.
Otra parte importante para la derrama económica es la vida nocturna de Acapulco, que se ha visto afectada por la falta de visitantes.
"Estamos en el puerto, todavía estamos entre un 40 y 50 por ciento, no estamos muy bien que digamos, pero estamos todavía algunos lugares en reconstrucción sobre todo por la falta de mano de obra", afirmó el capitán del emblemático Barba Roja, Antonio Vega.
Por la premura, este bar, característico del puerto guerrerense, dejó atrás su diseño de barco para convertirse en un sportbar.
Con el lugar al 35 por ciento de ocupación, hizo un llamado al turismo nacional.
"La mejor ayuda que nos puedan dar aquí, a los acapulqueños es viniéndonos a visitar, apoyando a los negocios y la verdad créeme que la actitud está cambiando en cuestión de todos los prestadores de servicio".