La noche del 18 de enero fue localizado el cuerpo de Andrea Montoya con signos de violencia y el cráneo deshecho, en una brecha ubicada en la colonia Deportiva 1, en el municipio de Manzanillo, Colima. Los peritos pensaron que se trataba de una adolescente de entre 14 y 16 años, porque era bajita y delgada. Después sabrían la identidad y que tenía más de 20 años.
Entrevistada por MILENIO, la madre de la víctima, Lidia Gómez, asegura que a pesar de haber hecho el trabajo de investigación que deberían hacer las autoridades, no ha habido una respuesta clara: “yo sí les dije: ¿qué quieren, que hubiera grabado cuando me están jodiendo a mi hija?, ¿o qué otras pruebas quieren? Nomás que me digan qué otras pruebas quieren, porque yo hice el trabajo que debían hacer ellos”.
Lidia ha reunido evidencia que inculpa a Alejandro “N”, ex jefe de su hija. Él se había obsesionado con ella y quedó a deberle dinero, como una medida para presionarla y seguirla viendo; cuando Andrea intentaba cobrar lo suyo recibía amenazas y hasta golpes como respuesta. De hecho, hay testigos de que Alejandro la amenazó de muerte. Él es también la última persona con la que la joven estuvo antes de ser asesinada: fue a cobrar una vez más el salario que le debían.
"Yo llevé todas las pruebas que lo acusan a él: tengo audios, tengo llamadas grabadas, y aún así no hacen nada. Me dijeron que me iban a llamar el martes de la semana pasada, y no me han hablado. La verdad no se vale que haya tanta pinche corrupción, porque no se ven nada de avances en el caso de mi hija", reclama la madre.
Organizaciones feministas han denunciado que en el clima de violencia que se vive en Colima, los homicidios de mujeres han dejado de ser investigados -de origen- con perspectiva de género.
“Lo ideal y haciéndole caso a todos estos documentos y protocolos internacionales es que todos los asesinatos de mujeres tienen que ser catalogados como feminicidios y con base en las investigaciones, si fuera el caso, desestimarlo como feminicidio”, considera Sara Cernas, presidenta de Mariposas Sororas.
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De los 14 asesinatos de mujeres que se registraron en las primeras seis semanas del 2023, en Colima, solo dos son investigados como feminicidios, de acuerdo con el vocero de la Mesa para la Paz y la Seguridad estatal. En 2022 fueran asesinadas 128 mujeres en la entidad: 87 fueron catalogadas como homicidio doloso, 23 como homicidio culposo y solo 18 como feminicidio; “aquí lo ideal hubiera sido que desde un inicio estos 128 asesinatos de mujeres fueran catalogados como feminicidios y con base en las investigaciones esta cifra disminuya y no al revés”, explica la feminista.
Doña Lidia ha encontrado en el amor hacia su nieto, el hijo de Andrea, un motivo muy fuerte para seguir luchando por este caso, pero el recuerdo de su hija es una herida que duele profundamente y que solo el ver a su feminicida tras las rejas, ayudará a que inicie a sanar.
"Yo quiero que todo el sufrimiento, que todos los gritos de dolor que él le hizo pasar a mi hija; yo quiero que él los pague en la cárcel, no nada más que le den un balazo y ya, que en paz descanse y lo reciba Dios en su Santa Gloria. No, no. Yo quiero justicia".
En redes sociales se ha señalado a Alejandro por más casos de dolo; sin embargo, la Fiscalía sigue sin tomar medidas concretas respecto a ello o a la investigación de su Andrea. "Yo quiero justicia; no quiero que desaparezca y ya. Yo quiero que todo lo que le hizo a mi niña lo pague dentro de la cárcel, porque no nada más es un balazo y dejar de sufrir; no, yo quiero justicia".