Un estimado de 18 restaurantes en La Laguna cerraron sus puertas o están ya en proceso de hacerlo, ante la imposibilidad de poder permanecer abiertos ante las pérdidas económicas derivadas de la pandemia, esto trajo como consecuencia, la pérdida de al menos 700 trabajadores del sector restaurantero.
Karla Chío, vicepresidente de Canirac Laguna, señaló que en esta etapa de reactivación de la dinámica económica, sólo el 10% de los 224 socios agremiados reiniciarán al 50% de su capacidad su servicio directo al público con la apertura de los establecimientos, beneficiando a mil 600 trabajadores.
Cabe señalar que otro porcentaje se mantuvo activo con servicio a domicilio.
Expuso que durante la pandemia se cerraron de manera temporal el 30% de los restaurantes afiliados a Canirac en Laguna, de los cuales retoman actividades el 10% de manera paulatina a lo largo del mes de julio.
Si bien fue cuestionada sobre algunas marcas de restaurantes que no abrirán sus puertas, se reservó sus nombres “por razones de confidencialidad”, aseguró, e insistió en la dificultad reactivar por la situación económica, por lo que la afectación se da en restaurantes pequeños, medianos y hasta de grandes cadenas de franquicias, que no soportaron el cierre de actividades.
Polos gastronómicos como bulevar Constitución, Independencia, así como Paseo Colón como bulevar Independencia, entre otros puntos así como en algunos centros comerciales, es notorio el que algunos lugares permanezcan a puerta cerrada.
No personas de la tercera edad ni niños
Para el gremio restaurantero, el tener la posibilidad de abrir sus comedores al público, hace la diferencia entre poder generar ventas y así un ingreso que permita mantener el empleo y las puertas abiertas de los establecimientos.
Sin embargo, la ley les marca sólo el que puedan abrir al 50% de su capacidad instalada para poder consolidar el tema de la “sana distancia” con una menor cantidad de mesa disponibles.
“Nosotros lo recomendamos, porque son personas de mayor riesgo, tanto los niños como las personas de mayor edad o que tengan algún tema de vulnerabilidad; preferimos invitarlos a que se queden en casa. A veces llegan los papás y les llevan los alimentos a casas”, expuso Karla Chío, vicepresidente de Canirac Laguna.
La situación es complicada, ya que en ocasiones llegan en familia o por su cuenta y se les invita y se les informa dijo, sobre el riesgo que pueden correr. Si llegan familias con bebés, aseguró que se les indica de los riesgos que pueden correr en su salud.
CALE