En las grandes ciudades podrá ser fácil abrir una llave para lavarse las manos, una de las medidas más básicas que existen para mitigar los efectos del coronavirus, pero eso, algo tan simple para algunos, en las comunidades indígenas no existe: desconocen los síntomas de la pandemia y tampoco saben qué hacer con una persona sospechosa de tener el virus.
La situación no es pareja para ellos ante un aislamiento: están en un distanciamiento informativo, médico y asistencial.
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En MILENIO conversamos con algunas comunidades que nos han relatado lo difícil que es tratar de pedir ayuda a los representantes federales y estatales, afirmando que incluso les han negado la asistencia porque son muchos.
Lidia Sandoval Carrido pertenece a una comunidad huichol en Paso de Álica, en el municipio Del Nayar, en Nayarit. Por estos días está en Tepic, donde tuvo que llegar a pie, en lancha y en vehículo, un trayecto que se repite ida y vuelta no solo para ella, también para las 350 familias que viven en esa zona.
“Tenemos una clínica nada más en Paso de Álica, pero no más ahí dan medicamento para el dolor. Nos curamos con puros remedios caseros porque está lejos para ir hasta Tepic para ir por una consulta médica”.
Afirma que fueron unas personas de Tepic quienes le explicaron cómo se deben cuidar, pero pese a que los integrantes de las comunidades han pedido ayuda a las autoridades, "no hay recursos", les dicen.
“No hay ningún apoyo, la gente no más está en sus ranchos, no los dejan venir a Tepic (…) La autoridad (de la comunidad indígena) vino a Tepic a pedir despensas y medicamentos, pero no le quisieron apoyar y que ahora por lo pronto no hay nada, le dijeron. El encargado de allá vino a pedir apoyo a Tepic, pero no lo quisieron apoyar nada”.
En la comunidad que representa viven mayores de 60 años, niñas, niños, mujeres embarazadas, diabéticos y personas con discapacidades.
“Gracias a Dios nadie se ha enfermado de eso, pero es muy triste porque nosotros nos dedicamos a vender nuestras artesanías y cosas así, pero ahora no podemos vender en ninguna parte”, lamenta.
Esta situación no es muy diferente para Florentino Galicia Carrillo, quien vive junto a 80 personas más en una comunidad ubicada en la zona de Francisco I. Madero Puga, en la colonia Loma Alta, en el estado nayarita.
Si bien está cercano a una clínica del Instituto Mexicano del Seguro Social, sostiene que no le han dado información ni apoyos relacionados a la pandemia tanto a nivel federal como estatal en la comunidad a la que pertenece.
Se especializan en el trabajo en el campo, pero la situación por el coronavirus les ha dificultado aún más el poder tener mayores ingresos. La información que les ha llegado sobre el virus ha sido por algunas autoridades y por las radios comunitarias indígenas.
“El agua que utilizamos para lavar la ropa sale de un ojo de agua, pero es agua que sale tal vez sucia porque es la que usan en el ingenio de Puga y para tomar compramos la que venden aquí”, narra.
Consultado sobre si sabe del coronavirus o qué hacer con una persona que presente síntomas, confesó que solamente hay que “llevarlo con el médico al hospital y ya que el doctor decida qué hacer”.
Médicos que ayudan a los pueblos originarios
La doctora Carolina Zuheil Rosales, especialista en medicina interna y fundadora de Guimedic, asociación que se encarga de asistir a las comunidades indígenas en cinco estados del país, sostiene que la información que se ha llevado a estas personas por parte del gobierno federal y estatal no ha sido suficiente.
El Instituto Nacional de Pueblos Indígenas (INPI) presentó una guía para la atención a pueblos indígenas y afromexicanos, en la cual, en ocho puntos, explica y sostiene los lineamientos sobre la atención a estos grupos.
Según el documento, se establece la difusión de medidas, su implementación, el respeto a la libre determinación y autonomía, los traslados, la atención de casos sospechosos y fallecidos, estrategias de recuperación de la economía y social y la interpretación.
“Esta guía se ha estado aplicando cuando mucho en un 10 por ciento de la población indígena. En realidad hay un gran problema en cuanto a la difusión por falta de interpretación de esta guía que fue emitida en español que debería ser emitido a los distintos idiomas a los cuales contamos respecto a las comunidades indígenas que existen en nuestro país”.
“Desde la parte privada, el sector privado, somos la primera línea de atención de las personas vulnerables y de las personas que son invisibles para muchos mexicanos (…) En la mayoría de los estados (los indígenas) han sido ignorados al grado de que la información e incluso los insumos no les llega al cien por ciento y muchos pacientes se quedan sin atención".
La profesional de la salud, que trabaja con comunidades de Jalisco, Nayarit, Michoacán, Sonora y Chiapas, afirma que la organización es independiente a los tres poderes de gobierno.
Asisten a las comunidades indígenas a través de los informes entregados por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, para posteriormente solicitar a los representantes de los pueblos para que les permitan colaborar con la asistencia a los integrantes que requieren supervisión médica.
Sostiene que las poblaciones más cercanas a las ciudades, “quizá tengan un poco de información en relación al virus SARS-CoV- 2, que ocasiona el covid-19”.
“Pero si ya me remonto a comunidades indígenas que están un poco más retiradas, en zonas más remotas, ellos no tienen conocimiento de qué es esta enfermedad, qué síntomas causa, qué tipos de medidas se deben implementar y a la par, pues eso debería estar acompañado con información en su lengua indígena para que eso sea incluyente (…) La cual no existe”.
Sostiene que cuanto mucho ella ha visto la información traducida en cinco idiomas, “nos hemos visto en la obligación de pedirle a las mismas personas de las comunidades en que traducir toda esta información a la lengua e incluso para que nos ayuden a hacer interrogatorio médico”.
“No tenemos test suficientes, estamos siendo muy clínicos. Ahora sí que cambiamos la medicina basada en la evidencia por la medicina basada en la experiencia”.
Hasta la fecha han detectado diez casos sospechosos, de los cuales algunos han sido trasladados incluso por vía aérea. Sin embargo, en los acompañamientos también resulta difícil llegar a un centro asistencial debido al temor de los traductores a también ser contagiados por la pandemia.
“Cuesta mucho que lleguen porque bajan del nivel federal al estatal, del estatal con la distribución a nivel municipal, pero si me regreso a la ubicación geográfica hay comunidades en las que caminando son más de 12 horas a un centro de salud que está cercano, y si lo trasladan a un hospital que se ha asignado como Hospital Covid son más de 20 horas”
Afirma que las comunidades están abiertas a recibir este tipo de ayuda, sobre todo en lugares donde hay pacientes que no tienen casa dentro de su propia comunidad, derivado por usos y costumbres.
OMZI