Las tradicionales aguas celis de Torreón, en riesgo de cerrar por la contingencia

"Sólo los ricos, los que tienen billetes pueden dejar de trabajar, son los que traen la enfermedad porque viajan mucho", dijo Alfonso encargado del estanquillo.

Las tradicionales Aguas Celis, deliciosas bebidas gaseosas. (Cecilia Aguilar)
Luis Carlos Valdés
Torreón, Coahuila. /

Las tradicionales Aguas Celis, deliciosas bebidas gaseosas de limón, raíz, durazno, con su toque de sal, pudieran dejar de venderse. 

Las afluencia de paseantes a la Plaza de Armas de Torreón, ha caído en niveles no conocidos a consecuencia de la contingencia sanitaria; según recuerda Alfonso encargado del estanquillo “El Casino”, con más de ochenta años de historia de servir las tradicionales bebidas gasificadas Aguas Celis.

“Ni en tiempos de la inseguridad, en donde las balaceras estaban a la orden del día hace poco más de diez años, se había visto una caída tan drástica en las ventas”, lamentó.

Asegura que entonces, la gente dejó de salir y no podía realizar sus compras, pero hoy, la poca gente que sale a la calle, no tiene la confianza siquiera de comprarse una limonada. De seguir la situación, es factible que tenga que cerrar sus puertas.

“Ah estado muy gacho, pero nos negamos a morir, tenemos que trabajar porque si no nos morimos de hambre. A todos nos está llevando esta contingencia. Tenemos sanitizador para limpiar la barra, gel para los clientes; usamos guantes y tapabocas y los vasos se han preparado con anticipación para garantizar la higiene, pero está muy difícil la cosa”, aseguró.

Aseguró que la semana pasada tuvo una venta de cien pesos; hubo quien le dijo que mejor cerrara porque no convenía mantener abierto.

¿Joven tendrá feria? Interrumpió una señora que pidió cambiar un billete de quinientos pesos. “Los que vivimos al día es difícil. Tenemos familia y hay que chingarle, nunca nos pusimos a pensar que nos pasaría esto. Sólo los ricos, los que tienen billetes pueden dejar de trabajar, son los que traen la enfermedad porque viajan mucho, uno qué”, lamentó.

Con 16 años trabajando en dicho local, Alfonso asegura que se ha tratado bien al cliente; nos tocó todo el clima de la inseguridad; en plena Semana Santa no se vendía nada, cuando había balaceras, pero se mantenía abierto.

“Esto nos ha permitido encontrarle el sentido a ahorrar y cuidar el dinero. Están bajando ahora más las ventas que en la época de la inseguridad. En aquel entonces de inseguridad la gente no salía, pero ahorita la gente sale pero no compra, no hay trabajo, las maquilas cerraron y la gente no tiene dinero y ahora no tiene. Sin trabajo no hay manera, por lo que está pegando más feo, ya que hay días en que no se vende nada. En miércoles y jueves se cerró porque las ventas han caído; y como va, se vé que esto estará más complicado. No hay turistas, ni visitantes. No hay forma de que puedan reactivarse las ventas”, lamentó.

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