Una zona de exterminio que fue descubierta y reportada a las autoridades por madres buscadoras hace casi un año, no fue resguardada por la Fiscalía General de Justicia como corresponde y fue reutilizada por la delincuencia organizada para calcinar restos humanos.
El grupo Desaparecidos Colectivo de Amor acompañó este lunes a las autoridades ministeriales y peritos para realizar el procesamiento de un predio que fue utilizado para desaparecer cuerpos en el municipio de Reynosa.
La actividad forma parte de las investigaciones que hace la FGJ, que comprueba de manera científica la existencia del delito, donde se establece el tiempo, los medios utilizados. la concordancia entre las pruebas e indicios y la realidad de los hechos, pero además intervienen especialistas, y se levantan los restos que no fueron encontrados en la primera visita que hizo el personal ministerial en el área.
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Las autoridades y las madres buscadores llegaron a la brecha el Becerro, donde en noviembre del año pasado el colectivo había encontrado restos calcinados, informó Edith González, representante del grupo, que se encarga de buscar fosas clandestinas.
Tras el hallazgo reportaron a la Fiscalía General de Justicia, que llegaron en una primera intervención al sitio, en aquel momento se hizo el levantamiento de los restos humanos más evidentes o de mayor tamaño, pero quedó pendiente el procesamiento del área, que llegó este lunes, casi un año después.
“Este hallazgo se hizo en noviembre del año 2023, el día de hoy venimos a este predio que se encontró hace un año y descubrimos que hay nuevos restos humanos calcinados, este punto se volvió a reutilizar, eso pasa porque llegamos nosotros, encontramos, se reporta y es una tristeza ver que no les importa recoger de inmediato, esto se podría solucionar reportando y en ese mismo momento levantando pero tenemos un año de retraso”.
Sin embargo el colectivo no sólo hizo público el gran retraso que tiene la FGJ para intervenir en estos campos de exterminio, sino que además pese a que sabe que existen no los deja bajo resguardo, lo que permite a la delincuencia volver a entrar para seguir utilizándolos y desaparecer cuerpos.
“Si Fiscalía si no puede levantar en el momento que se resguarde el lugar, se proteja para que no lo sigan utilizando, cuando lo encontramos se levantó la gran parte, lo más visible lo mas grande y ahorita hay demasiados restos, otra vez muy grandes por eso nos damos cuenta que son nuevos”.
Lo que más preocupa al colectivo es que en este momento hay 11 lugares con fosas clandestinas o campos de exterminio, que no han sido procesados por la Fiscalía General de Justicia desde hace un año.
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SJHN