Ayer, elementos del Ejército repararon una zanja en la carretera Apatzingán-Aguililla, en Michoacán, sin embargo, grupos criminales volvieron a dañar la vialidad este miércoles.
Policía estatales y soldados acuden recurrentemente a restablecer la circulación vehicular y lo hacen con pico y pala, a fin de rellenar las excavaciones.
Sin embargo, horas después civiles armados ingresan con maquinaria pesada y en apenas unos minutos logran volver a interrumpir el tránsito vehicular.
Esa práctica ha sido frecuente en las últimas semanas en la región de la Tierra Caliente, en donde el crimen ha sentado sus reales. Las zanjas tienen como propósito evitar que otros grupos delictivos avancen con rumbo a Tepalcatepec.
Los narcobloqueos han propiciado que la población de Aguililla tenga desabasto de alimentos, desabasto de medicina e incomunicación con el centro del estado de Michoacán.
RLO