El obispo emérito de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, señaló que se reunió con líderes de la delincuencia para la pacificación de la capital de Guerrero y los municipios cercanos, pero “el problema es que no quieren ceder en sus privilegios, no quieren ceder en los territorios”.
“No se dejan ayudar, no se dejan sugerir, pero yo creo que esto se puede solucionar siguiendo con estos diálogos y sobre todo una buena voluntad tanto el gobierno como los narcotraficantes”, dijo en entrevista para MILENIO Televisión con Carlos Zúñiga.
Y remarcó que uno de los principales problemas para pacificar Guerrero es la intermediación en el diálogo por parte del gobierno federal.
La delincuencia "quisiera acercar(se) a las autoridades del estado de Guerrero o también las autoridades a nivel nacional, eso yo espero, algún intermediario que me diga que sí están dispuestos”, señaló .
El obispo detalló que en el estado existen al menos 40 grupos delincuenciales, quienes “están peleando los territorios”.
“El gran problema, es que se están invadiendo unos a otros, lo primero es repartir el territorio y que se respeten también…llegar a un acuerdo de paz de concordia y sobre todo respetar a los civiles”, expuso.
“Todo el norte de Guerrero, desde Iguala, Taxco, Tetipac… ya casi tenemos la llave de arreglar el asunto. (...) Por lo menos tres de estos actores me lo han dicho, 'ya estamos cansados queremos la paz'. Entonces ellos mismos quieren que haya orden”, apuntó.
Recordó que a través del diálogo con grupos criminales se ha logrado pacificar el estado.
“Ya desde hace tres años sucedió lo mismo o hace poco también, aquello de Petaquillas, creo que dialogando con ellos se puede conseguir mucho más”.
ROA