Aunque antes era necesario esperar hasta cuatro horas para cruzar la frontera, ahora sólo tomó 21 minutos ingresar a Estados Unidos por el Puente Internacional Juárez-Lincoln II.
Bastó responder a cinco preguntas de la oficial para poder pasar.
Las 16 personas de limpia vidrios, vende comida o refrescos, vírgenes María o cualquier otro artículo en plena “pasada” contrasta con un fantasmagórico puente internacional, que antes del disparo del dólar o de la llegada de Donald Trump lucía a reventar.
Es un fin de semana ya típico en el “otro lado”, donde los comerciantes extrañan la presencia de los consumidores regiomontanos.
Los primeros síntomas de las compras sin regios es evidente. Calles y parquímetros esperándolos, estacionamientos con pocos vehículos con placas de Nuevo León, además las tiendas de la avenida San Bernardo y el Mall del Norte lucen semivacías, entre otros.
Thelma Iracheta, de la tienda Los Angeles, en el centro de Laredo, lamenta que la ola regia haya dejado de aparecer.
Dice que todo se juntó: la remodelación del puente internacional, la interrupción del HEB ubicado en pleno corazón del centro, el disparo del dólar y Trump.
“Antes aquí estaba bien lleno, pero se está acabando todo esto, ahorita viene mucha gente de aquí (de Laredo), y se juntó todo y a parte este señor la está regando (el presidente de EU), ahora, como cada Navidad, mucha gente no vino hasta acá.
“(Los regios) son muy conocidos: uno, por la voz, y otro por las playeras que traen, y aparte de que ya no vinieron por lo del dólar que está muy caro, este señor lo que está haciendo, el sábado pasado así estaba (de vacío)… Primero Dios, se compongan las cosas para el bien de todos, y mucha gente dejó de venir por él (Trump)”, comenta.
A unos metros de ahí, Bazzar International, otro negocio de venta de ropa ubicado sobre la calle Flores 502, del centro, determinó liquidar todo al 70 por ciento de descuento por “cierre de la tienda”.
A la vuelta del lugar, un letrero pegado en un poste sobre la calle Convent llama la atención, ya que la documentación para acreditar la legalidad vale oro. “Se gratificará a quien entregue una visa a nombre de Lucía Leija Trujillo, sin averiguación, llame al teléfono…”.
El encargado de atención al cliente del negocio de comida italiana, Sbarro, situado en el Mall del Norte, dice que las cosas ya no son igual que antes, por todo lo que ha sucedido en los últimos meses y ansían que vuelvan los mexicanos, sobre todo, sus “camaradas”.
“Se les extraña”, comenta.