En Culiacán, familiares y amigos de Édgar Guzmán López, uno de los hijos de Joaquín El Chapo Guzmán y hermano de Ovidio, lo recordaron con rosas rojas al cumplirse 16 años de su muerte.
En el estacionamiento de un conocido centro comercial al norte de la capital sinaloense, se observa una corona blanca formada de rosas, junto con las letras "E" y "G" que hacen referencia a Edgar Guzmán. En una inscripción se lee: "Siempre los amaremos".
Miles de rosas reposan sobre un arco, otras sobre la enorme cruz de concreto y sobre el cenotafio, rodeado de una alfombra roja e iluminación propia. Los curiosos pasan y toman fotos, la mayoría ya saben de qué se trata.
La vida de Édgar tuvo un final abrupto cuando apenas tenía 22 años, fue atacado a balazos el 8 de mayo de 2008, en medio de la guerra entre grupos del cártel de Sinaloa. En aquellos días las células comandadas por Joaquín El Chapo Guzmán e Ismael Zambada, estaban en conflicto con los Beltrán Leyva.
Édgar fue emboscado por un grupo armado mientras se encontraba con otros jóvenes en el estacionamiento de dicho centro comercial.
Su muerte ocurrida dos días antes, del Día de las Madres sembró el terror entre los habitantes de Culiacán, quienes prefirieron resguardarse y cancelar los festejos ante el temor a posibles enfrentamientos por la venganza de aquel hecho.
El hijo de El Chapo estudiaba administración de empresas, es recordado entre sus amigos por su sencillez y por la alegría que siempre le caracterizó, la cual hacía que muchas personas se olvidaran del vínculo que tenía con uno de los criminales más poderosos del mundo.
LSC