Los habitantes de Temacapulín y los colectivos que los apoyan conmemoran una fecha que cambió sus vidas: el 31 de mayo de 2005, el gobierno estatal de Francisco Ramírez Acuña anunció la formal cancelación del proyecto de represa en el sitio de San Nicolás, en Jalostotitlán, para entregar agua a la ciudad de León, y anunció que algún nuevo proyecto no debería afectar a poblaciones humanas, como un aprendizaje del caso. Y los ojos de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) se posaron sobre El Zapotillo.
Con el argumento de que no había perjuicio a comunidades, se sacó adelante primero un proyecto de cortina a 80 metros, y después otro a 105 metros, cuya controversia es tal, que ahora se encuentra suspendido por orden judicial.
El comité Salvemos Temacapulín, Acasico y Palmarejo, y sus socios el Colectivo de Abogados, el Instituto Mexicano para el Desarrollo Comunitario (IMDEC), presentaron un recuento de “fraudes hidrológicos” a propósito del aniversario.
“Son doce años de estar luchando contra una equivocada gestión del agua y defendiendo lo más sagrado, la tierra, el agua y demás bienes naturales, así como la vida, somos muchos, hay temacas por todo el país, en Estados Unidos y en otras latitudes; nuestras raíces, están en Temaca pero nuestra lucha también es para que se modifiquen las reglas del juego, que las decisiones que se tomen sean con la participación ciudadana, comunidades afectadas, especialistas, científicos, académicos […] en estos doce años de lucha muchos compañeros y compañeras han muerto a causa de defender sus derechos humanos frente a todo lo que representa el proyecto El Zapotillo”, señala el comunicado.
La crónica retrocede hasta los años cincuenta del siglo XX, cuando se pretendió hacer la presa La Zurda “para salvar el lago de Chapala y dar agua a Guadalajara con una población aproximada de un millón de habitantes. Obra inconclusa. Muere en accidente de trabajo un vecino de Temacapulín, Pablo Arámburo en dicha obra”.
Tres décadas después, “resucitan el proyecto La Zurda y asiste el presidente de la república, Carlos Salinas de Gortari, para poner la primera piedra, pero no contaban con que por las líneas del drenaje en Guadalajara se estancaban hidrocarburos y al explotar afectaron a miles de familias”, lo que detuvo el proyecto. Se retoma el aprovechamiento del Verde con los convenios de 1995 y 1997, y a comienzos del siguiente decenio, el arranque del proyecto San Nicolás, cancelado el 31 de mayo de 2005. “Pero comienza el fraude hidrológico llamado presa El Zapotillo. Miles de irregularidades se multiplican cada día, en los ámbitos federales, estatales y municipales: construcción ilegal de la presa con una pobre Manifestación de Impacto Ambiental y sin cambio de uso de suelo. Promesas falsas a la gente de Acasico, Palmarejo y Temacapulín, sobre las reubicaciones. Utilización de sentimientos religiosos para manipular a las familias. Violación de los derechos humanos fundamentales”.
Los gobiernos en turno, políticos y empresarios “se confabularon para privatizar y concesionar el agua del Río Verde. Desde el principio Temacapulín se opuso a la presa y al trasvase por las serias afectaciones a las personas y al medio ambiente. En agosto de 2007 Emilio González Márquez, gobernador de Jalisco, propone a la Conagua una cortina para la presa que llegue hasta 105 metros”, por lo cual “crece el rechazo hacia la presa”.
El 15 de junio de 2008 Temacapulín rechaza la reubicación. Y es sede del Encuentro Nacional del Movimiento de Afectados por Presas y en Defensa de los Ríos (Mapder), en cuyo contexto se forma el Comité Salvemos Temacapulín, Acasico y Palmarejo.
“En el año de 2009 la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco (CEDHJ) emite recomendación 35/2009, no acatada por autoridades. El 20 de mayo de 2010 nace la asociación civil Salvemos Temaca. Además, Temaca es sede del encuentro mundial de afectados por las presas y sus aliados, en octubre. En noviembre de 2010 se hace la declaración de la ‘revolución del agua, agua para todos y para siempre’, un plantón para rechazar Talicoyunque, lugar a donde pretendían reubicar a los de Temacapulín. En 2011 se da el plantón para parar la presa El Zapotillo y se instalan mesas de ‘diálogo’ con el gobierno federal”.
En 2013 recuerdan las “falsas promesas” del nuevo gobernador Jorge Aristóteles Sandoval Díaz. En 2013 “nace la campaña permanente de Volver a la Raíz desde Temacapulín”, y se da el “fallo de la Suprema Corte de la Nación, el 7 de agosto de 2013 anulando el Convenio de 2007 para una presa de 105 metros de altura de cortina”, por una controversia constitucional promovida por el Congreso del estado. Esto se refuerza a mediados de 2014, cuando juzgados federales y tribunales colegiados “dan las suspensiones definitivas en tres juicios de amparo que promueven los habitantes de Temacapulín y que siguen vigentes”.
En el 2014 “el gobierno de Jalisco crea el Observatorio Ciudadano del Agua y hasta la fecha no aceptan sus recomendaciones”; por el contrario, en 2015 “contratan los servicios de la Unops-Pnuma y gastan durante 2016 y 2017 más de 90 millones de pesos en su contratación para sacar un dictamen a modo”.
GPE