Los reclinatorios se mantienen en uso en esta iglesia y los fieles apoyados en ellos se concentran en la oración, palabra hecha contacto directo con la Virgen del Tepeyac, a la que durante la madrugada del 12 de diciembre sus fieles le cantaron y llevaron flores, acto que se replicó durante todo el día en la Parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe.
Fue a las 08:00 de la mañana cuando reiniciaron las misas con música en vivo. Venciendo el frío, los peregrinos llegaron ahora en familia, sin realizar procesiones masivas aunque sí disfrutando del folclor a través de la danza, la música y la comida.
La historia en torno a esta iconografía data de 1531 cuando se estableció que un sábado y a principios de diciembre, un indio llamado Juan Diego, salió al alba de su pueblo para atender la instrucción del catecismo y escuchar la misa, encontrándose con la virgen María.
Aunque la historia de las rosas de castillas que se guardó en la tilma para llevarlas al obispo Zumárraga como evidencia del encuentro forma parte del imaginario colectivo, teniendo luego una imagen estampada de la Virgen de Guadalupe, fue la validación del Vaticano la que posicionó a la virgen morena como “Patrona de toda la América Latina”, “Emperatriz de las Américas” o la Misionera Celeste del Nuevo Mundo”.
En Torreón, la devoción mariana arroja a miles de fieles a partir del 19 de noviembre, teniendo una participación intensa y progresiva arrancando diciembre, al peregrinar desde la Alameda Zaragoza y avanzando sobre la avenida Juárez hasta llegar a la parroquia.
La fiesta se vuelve un verdadero espectáculo donde los danzantes se mueven con gran energía, envueltos en telas de brillantes colores, tocados de plumas, con chaquiras, lentejuela y la imagen de la guadalupana.
En suma fue un miércoles donde los niños jugaron con los globos y compraron golosinas, donde los adultos se sentaron un rato para pedirle un favor a su reina o darle las gracias por las bendiciones.
Un 12 de diciembre donde los abuelos empujaron las carreolas y las personas sin hogar pudieron encontrar la monedita que los trasladó al cielo de los tacos.