Hace un año la violencia vicaria en Tamaulipas ingresó como delito al Código Penal, sin embargo hasta el momento ninguna de las seis denuncias que han presentado el grupo de abogadas que empujó está reforma ha sido judicializada.
En Tamaulipas se han contabilizado 100 mujeres que en este momento están pasando por esta violencia, considerada por psicólogos como una de las más crueles que puede enfrentar la mujer, en un año los casos aumentaron 42%.
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¿Qué es la violencia vicaria y cómo se sanciona en Tamaulipas?
La violencia vicaria es aquella que tiene como objetivo dañar a la mujer a través de sus seres queridos y especialmente de sus hijos, en Tamaulipas se castiga hasta con ocho años de prisión.
Alejandra Torres, representante del Frente Nacional Contra la Violencia Vicaria en Tamaulipas, explicó que este delito comienza casi siempre con una sustracción o retención de los hijos por parte del padre, luego ellos son manipulados para rechazar el contacto con su mamá.
Ella misma reconoce que hay muy pocas denuncias, lo atribuye en primera instancia a un desconocimiento de lo que es la violencia vicaría, por parte inclusive de los abogados, que la primera propuesta que hacen a sus clientas es la denuncia por sustracción o retención.
“Pese a que hace un año se aprobó la inclusión este tipo de violencia la Ley de Prevención de Violencia Familiar en Tamaulipas muy pocas mujeres saben de su existencia, las autoridades no han dado suficiente información, tampoco la tienen los abogados, ni los Ministerios Públicos o los jueces”.
Advierte que en estos casos los sistemas DIF no sirven para nada, ninguna de las mujeres que forman parte del frente que representa tuvieron información o algún tipo de asesoría cuando llegaron a pedir ayuda.
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El Instituto de la Mujer tampoco, pues este se enfoca más en brindar apoyo psicológico a las víctimas o bien en dar capacitaciones laborales.
La única dependencia que había demostrado dar buenas asesorías jurídicas era la Casa Violenta, que fue cerrada en Tampico en la pasada administración y que regresó pero para funcionar en Altamira, sin embargo a muchas afectadas en el sur les resulta muy lejos.
“Si yo hubiera tenido una buena asesoría legal yo hubiera aceptado o pedido la medicación, ahora que debido a lo que me pasó, pues hace tres años mi ex pareja se llevó a mis hijos y no me deja verlos, estudio derecho, entiendo que quizá si hubiera entrado en mediación las cosas hubieran tomado otro giro”.
Otro factor que influye en la no denuncia es el costo, pues muchas están peleando en los juzgados civiles la patria potestad o por lo menos el derecho a convivir con sus hijos, pero la violencia vicaria se atiende por la vía penal, y los abogados lo cobran por a parte, dice Alejandra.
Casos pendientes
Nury Romero Santiago, quien forma parte de la asociación Abogadas del Sur, que empujaron para que la violencia vicaria fuera considerada un delito en Tamaulipas, explicó que ninguno de los casos ha sido judicializado. Ni siquiera el que sirvió como ejemplo para justificar ante el Congreso del estado la reforma, que es el de Seydi.
Desde hace nueve años su ex pareja sustrajo a su hijo de la escuela y desde entonces ha llevado varios procesos para tratar de recuperarlo. “DIF está permitiendo que él entre a visitas y ella no”.
EAS