El derrumbe en el kilómetro 165+150, de la carretera libre Durango-Mazatlán, cerca con límites con Sinaloa, es hasta hoy el de mayor magnitud de la última década.
La dimensión de este derrumbe es de alrededor de 11 mil metros cúbicos de material rocoso, aseguró el Secretario de Comunicaciones y Transportes, Eduardo Bailey Elizondo, quien recordó que el año pasado, el alud más fuerte fue de poco más de 3 mil metros cúbicos.
Agregó que con el esfuerzo conjunto de la SCT y el Gobierno de Durango, se ha logrado abrir un paso provisional para permitir el tránsito intermitente de unidades y se espera que este mismo jueves se pueda reabrir totalmente ambos carriles a la circulación.
Sin embargo, dijo que la carpeta asfáltica sufrió daños considerables, dado que la roca más grande que cayó tiene un peso aproximado a las 300 toneladas.
Comentó que los usuarios deben tomar precauciones al momento de circular por esta vía de comunicación, además explicó que la carretera será reparada, primero un carril para no interrumpir el tráfico y luego el otro.
Cuestionado sobre la idea de evitar circular por esta ruta, como lo recomienda Miguel Reveles, presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción, destacó que no se puede impedir el libre tránsito, pero que lo recomendable es recurrir a los pronósticos meteorológicos, para en base a ello, decidir si se puede transitar o no por esta carretera.