Desplazados de la Sierra de Leonardo Bravo, Guerrero, solicitaron que personal de la Guardia Nacional implemente un operativo para reinstalarse en los pueblos de los que fueron expulsados hace más de un año por grupos armados, mientras que representantes del Centro de Derechos Humanos José María Morelos y Pavón exigieron la devolución de dos computadoras portátiles, dos celulares, mochilas y dinero en efectivo.
Esta mañana, los afectados señalaron que fueron alertados de que un grupo de civiles armados se había apoderado de la comunidad El Carrizal durante la noche del viernes, mientras que durante la mañana del sábado se cometió otra incursión violenta en El Naranjo.
Una vez que se enteraron de la puesta en marcha de un operativo integrado por la Policía del Estado, la Guardia Nacional y personal del Ejército Mexicano, decidieron dirigirse al Naranjo para solicitarles en que se quedaran resguardando a la población y el repliegue de los civiles armados que se mantienen en el corredor que va hacia Filo de Caballos, para que ellos puedan regresar a sus pueblos.
Estando en el Naranjo, dijeron que se enteraron de la existencia de un cadáver, al que los vecinos le calcularon aproximadamente 17 años, pero del que no conocieron la identidad.
Ante el intento de las autoridades de dejar la zona, los desplazados y representantes del Centro-Morelos instalaron un bloqueo para pedir que el personal se quedara para resguardar el pueblo, asegurando que ese es su trabajo.
El personal de las fuerzas de seguridad argumentó que no contaban con las previsiones necesarias para permanecer y que necesitaban las órdenes de los mandos superiores.
Después de varios minutos de dialogo, que admiten fue ríspido los cuerpos de seguridad lograron abrirse paso hacia Chichihualco.
“Nosotros decidimos seguirlos porque también teníamos que salir de la zona, por motivos de seguridad”, aseguró Manuel Olivares Hernández.
Los desplazados pidieron que la Policía del Estado se quede al margen de los operativos que se desarrollan en la zona y solicitaron al gobierno federal que la Guardia Nacional los regrese a sus pueblos, lo que implica replegar a las células del Frente Unido de Policías Comunitarias del Estado de Guerrero (FUPCEG) que se mantienen en el control de corredor de Filo de Caballos.
Dijeron que se encuentran desesperados y que temen que se susciten nuevas agresiones.
RLO