Amenazados por grupos armados, indígenas de los municipios de Chenalhó, Ocosingo y Zinancantán, se han desplazado de sus comunidades hacia municipios cercanos en los altos de Chiapas.
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Un conflicto político post-electoral es lo que desplazó a los indígenas, pues no haber apoyado al Partido Verde les ha traído amenazas de grupos partidistas contrarios; mejor salir que perder la vida, es su motivación.
“Nuestro desplazamiento fue por un motivo post electoral en la que nosotros decidimos no votar por el Partido Verde, los paramilitares se enojaron y nos tuvieron que correr, nos dispararon, nos lanzaron piedras, palos y todo lo que tenían para poder corrernos de la comunidad, llegamos a Chenalhó, y paso igual nos tuvimos que desplazar”, relata Catarina Etzin, desplazada de Chenalhó.
Son cerca de 400 personas que se han desplazado de sus comunidades; incluso algunas desde desde el 2015 salieron de sus comunidades y dejaron atrás sus casas, terrenos y animales domésticos que tenían; se quedaron sin nada.
Javier Hernández, desplazado indígena, cuenta a MILENIO que ha sido tan complicada la situación que ya se han registrado heridos e incluso muertos por estos conflictos políticos.
“Ya fuimos recibidos a balazos, a machetazos, y salió herido nuestro compañero; heridos de bala, nuestro compañero lamentablemente perdió la vida con tres impactos de bala, por esa razón fuimos desplazados.
Ya llevamos dos años y seis meses; tenemos un campamento en san Cristóbal de las Casas que el gobierno nos dio, una ubicación”, cuenta Javier.
Los indígenas conforman la otra caravana, la de los pies descalzos, la que ha recorrido 50 kilómetros desde San Cristóbal de las Casas hacia Tuxtla Gutiérrez para que sean atendidos por el gobierno estatal, que no ha resuelto el conflicto.
En este trayecto, han sido atendidos por personal de Cruz Roja, en ocasiones por Protección Civil y de la Policía Federal.
Cruz Roja informó que han repartido 72 tiendas de campaña,150 cobertores, mil 200 litros de agua para consumo humano y medicamentos diversos para el dolor, también se han realizado algunas curaciones de ampollas provocadas por la caminata, algunas infecciones en la garganta que los médicos valoran y tratan.
Sin embargo, no es suficiente, los indígenas señalan que deberían ser tratados como los centroamericanos que cruzan el país, a los que el gobierno de Chiapas sí atendió.
“Hemos decidido hacer esta caravana porque el gobierno ha apoyado a los migrantes de la caravana y nosotros somos mexicanos, debería de haber más apoyo, es su obligación resolver nuestros problemas, nuestra situación”, dice Catarina Etzin, desplazada indígena.
“Si se vio que migrantes de la caravana de Guatemala y Honduras sí fueron atendidos en nuestro estado y en nuestro país, pero igual como desplazados tenemos mayor derecho porque somos chiapanecos, que somos mexicanos, conforme a nuestros derechos que estamos sufriendo”, dice Juan Hernández, desplazado del ejido Puebla de Chenalhó.
Los desplazados afirman que buscarán llegar al palacio de gobierno de Chiapas para solicitar nuevamente el regreso a sus comunidades de forma segura, que desarmen a los paramilitares de la zona, que les devuelvan sus tierras, que no tengan la amenaza constante de ser asesinados.
Señalan que de no resolverse su situación, buscarán al presidente electo Andrés Manuel López Obrador porque confían que él les resolverá su situación.
Mientras tanto, seguirán caminando para que las autoridades les pongan atención, para que el gobierno atienda a la otra caravana que huye de la violencia en su país.
RLO