En silencio y acompañados de un crucifijo con el Cristo Negro, más de cuatro mil desplazados de Tila peregrinaron este miércoles por las calles de Yajalón, localizado en la zona norte de Chiapas.
Su objetivo era exigir a las autoridades justicia, reparación de daños, retorno seguro y restitución de propiedades.
En entrevista para MILENIO, Marcelino Torres Pérez, representante de los desplazados, explicó que simultáneamente una comisión integrada por representantes de los 17 barrios sostuvo la segunda reunión en la capital chiapaneca con autoridades de los tres niveles de gobierno, con el fin de hacer escuchar sus preocupaciones.
“Por eso demostramos que exigimos un retorno seguro, un retorno, donde lleguemos a cada uno a nuestras casas, retornemos, pero que el gobierno nos garantice una seguridad, donde los militares realmente esté la base permanente, donde nos cuide diario a diario”, detalló.
Hace dos semanas, el poblado de Tila quedó desolado tras la huida de sus habitantes debido a la violencia entre dos grupos armados que disputan el territorio. Los desplazados se refugiaron en albergues ubicados en la cabecera municipal de Yajalón, así como en los poblados de Petalcingo y El Limar.
Además, señaló que hasta el momento ninguna familia ha podido regresar debido al temor a ser agredidos.
Algunos solo han regresado para vigilar sus propiedades y animales que quedaron abandonados. Sin embargo, están a la espera del pago por los daños sufridos por quienes perdieron todo.
“Que se dé la indemnización para todos nuestros habitantes que fueron quemados sus casas, sus transportes, sus comercios, fueron golpeados o destrozadas algunas casas, hubo violaciones, masacres, intimidaciones, tenemos problemas psicológicos, hay problemas físicos”, enfatizó.
Los pobladores, en su mayoría vestidos con ropa blanca y portando pancartas, caminaron más de cinco kilómetros desde el auditorio deportivo donde se ubica el albergue, hasta el centro de la localidad.
'Oda a la alegría', protesta en Chiapas
Al finalizar la marcha, realizaron un pronunciamiento público, cantaron la oda a la alegría y el himno de Chiapas, y realizaron un pase de lista de cada uno de los barrios. Los niños participaron con dibujos.
A pesar de que han pasado dos semanas desde la "noche trágica", los pobladores aún recuerdan el incidente que los obligó a abandonar sus hogares y su historia. "No sabemos cuándo podremos volver a casa", subrayó Ruth, una habitante de Tila.
“Yo tengo un nudo en la garganta que todo lo que vivimos como cuatro o cinco noches estuvo muy feo, fue como una película de terror para nosotros, mis hijos ya se dormían con los zapatos puestos para salir corriendo, no sé, pero estuvo muy feo para nosotros”, aseveró.
De acuerdo con los habitantes, la violencia en Tila comenzó después del levantamiento armado de 1994 con la formación del grupo de choque conocido como Paz y Justicia, que resurgió casi 30 años después.
Esto ha mantenido a Tila y sus habitantes sitiados durante casi 15 días. Además, el 4 de junio, enfrentamientos entre grupos armados provocaron que decenas de familias huyeran.
MO