A una semana de los arrestos de Joaquín Guzmán López e Ismael El Mayo Zambada en Estados Unidos, Sinaloa mantuvo una relativa calma sin enfrentamientos violentos entre grupos delictivos.
No obstante, las autoridades intensificaron los operativos militares en la región para mantener el orden y la seguridad.
Uno de los incidentes recientes más notables fue la destrucción de la capilla de Los Dámaso. Aunque se especula sobre posibles conexiones con los recientes arrestos, hasta el momento no se identificó una relación clara ni se atribuyó el acto a ninguna facción criminal específica.
En las últimas horas, se reforzó la presencia de fuerzas militares y de la Guardia Nacional en la carretera que conduce a Jesús María, el poblado donde Ovidio Guzmán tenía su residencia.
Este lugar fue escenario del operativo especial que, el 5 de enero de 2023, culminó en la captura de Guzmán, evento que desencadenó los disturbios conocidos como Culiacanazo 2.0.
El jueves, un día de alerta en Culiacán
Curiosamente, tanto este evento como el primer Culiacanazo y la reciente captura de Ismael El Mayo Zambada el 25 de julio, ocurrieron un jueves.
Esta coincidencia generó comentarios en redes sociales entre la población, quienes bromean sobre la necesidad de ser cautelosos en Culiacán ese día de la semana.
A pesar de estos rumores y del temor que puedan generar, las autoridades fueron enfáticas en desmentir cualquier información falsa, como un supuesto toque de queda que circula en redes sociales.
El gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, aseguró que no existe tal medida e instó a la población a mantener la calma y continuar con sus actividades normales.
Los operativos hasta ahora se han descrito como rutinarios y, hasta el momento, el orden no se ha visto trastocado en dicha comunidad ni en el casco urbano de Culiacán, donde también se observa la presencia militar, sin que ello interrumpa o genere inquietud entre los habitantes.
MO