Era el 2020, los contagios por el covid-19 fueron a la alza y alcanzaron al lagunero Raúl Solís, que presentó síntomas que lo llevarían a consultas médicas donde se le apreciaron nódulos en el área de la garganta, en ese momento pensó que eran normales ya que no presentaba ninguna molestia, pero vendría todo un reto por vencer, cáncer de tiroides.
En su participación en el programa En Directo, con Marcela Moreno y David de la Garza, el paciente oncológico compartió que tal noticia la tomó con calma y sin miedo, lo cual lo ha ayudado a sobrellevar la situación, tal como se libran de otro tipo de enfermedades.
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“Si no me hubiera dado covid, no sabría que tenía cáncer. Me hice una tomografía y me salieron dos nódulos en la garganta, no le hice caso porque es algo muy común. A los dos meses me hice un ultrasonido y empezó toda la novela. No sentí miedo, como que sabía que me podría dar cáncer alguna vez en mi vida”.
A la hora de establecer el tratamiento, el siguiente paso era realizar una cirugía en la que se interviene en el cuello y se abre la piel para extraer los tumores y la tiroides. Después de la cirugía exitosa, llegó el momento del tratamiento con radioterapia y quimioterapia, lo cual Raúl Solis sobrelleva junto con los cuidados necesarios por no tener la glándula tiroides.
Raúl entonces se enfocó en poner más atención en su lado espiritual, junto con la ayuda psicológica necesaria para manejar las emociones donde la depresión sale a relucir.
“Me había alejado mucho de lo espiritual , como que sólo vivía al mil por hora, pero abajo, sin voltear arriba. Me gustó mucho la espiritualidad que está arriba. Yo me había enfocado en todo lo profesional y los tratamientos y dejé de lado lo espiritual, lo que creo es tener un equilibrio, tanto en la familia, trabajo o entorno”, compartió.
¿Se acaba la vida después de padecer cáncer, o sólo hay un cambio?
“No se acaba la vida, sólo cambia y dependerá el enfoque que le quieras dar, porque tú me ves y no piensas que tengo cáncer, pero con la enfermedad tienes ciertas restricciones y limitantes que la gente no entiende, cambia hasta tu enfoque de vida.
“Por diferentes circunstancias a todos nos pasa que queremos tirar la toalla, pero con los pacientes con cáncer es algo más agudo. Se vale derrotarse y tocar fondo, deprimirse y sentirse mal, pero no se vale quedarse ahí”, agregó.
EGO