Don Bonifacio Dorado está por cumplir 65 años de edad y desde su adolescencia se ha dedicado a la venta del periódico, sin embargo lleva 35 años como voceador del periódico Express y el diario La Opinión, hoy Milenio Laguna.
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Como puede, camina kilómetros diariamente por las calles de Gómez Palacio con la ayuda de una andadera que utiliza, ya que tiene problemas en ambas rodillas, luego de una caída que tuvo hace años, sin embargo, esta herramienta le sirve para cargar los periódicos que vende, de los cuales al final de la jornada no le queda uno solo.
Le gusta vender el periódico mientras recorre la ciudad en los puntos donde ya tiene sus clientes, que sin importar la distancia, don Boni, como es conocido, nunca queda mal y les lleva las noticias recién salidas.
Cada mañana, llueva, truene o relampaguee, el señor Bonifacio se pone su chaleco azul del Express, se cuelga una bocina donde escucha música de la radio, sale de su casa, recoge su producto y se dirige hacia la Central de Abastos de Gómez Palacio a vender a comerciantes que sin falta le compran.
De ahí se traslada hasta la esquina de la calle Mina y calle Justo Sierra en la zona Centro.
Solo en ese recorrido diario que inicia a las 9:00 horas, camina cerca de tres kilómetros y más de dos horas caminando, lento pero constante llega hacia otro cliente que ya lo espera.
“Yo camino mucho por todo Gómez, ya sé donde están mis clientes y sin falta les llevó el periódico sea donde sea pues ya sé que me esperan. Yo trabajo todos los días y no importa si está bonito o no el día, si llueve o graniza, yo salgo a entregar las noticias”.
“Recuerdo que una señora de 110 años que vivía por la avenida Aldama me compraba diariamente La Opinión de la Mañana y La Opinión de la Tarde durante más de 20 años, así hasta que falleció”, comparte.
No se casó ni tuvo hijos, pero asegura que la vida le ha dado satisfacciones como lo es salir adelante con el oficio de voceador y además lograr comprarle una casa a su madre.
Compartió que aunque no aprendió a leer, ojea las páginas del periódico y con las pocas palabras que alcanza a entender se entera de los sucedido con la ayuda de las fotografías.
Recuerda cuando su padre vendía periódico en las calles de la Ciudad de México, lugar donde Bonifacio nació y vendió sus primeros papiros a los 13 años. Para ese entonces, tiene en la memoria las marchas de estudiantes y el trágico día del 2 de octubre de 1968.
“Me acuerdo que mientras vendía periódico veía las marchas de los estudiantes desde antes que pasara lo del 2 de octubre, yo fui testigo de esos sucesos pero no me acerqué mucho”, mencionó don Boni.
Añadió que la gente sigue leyendo el periódico a pesar de que el internet acapara el mercado de lectores, además detalló que aunque hay mucha gente que lo ayuda, trabajará como voceador hasta que su cuerpo se lo permita.
Al caminar, algunos conductores que lo reconocen se detienen para saludarlo y comprarle un periódico, principalmente el Express, del que dice la gente pide mucho. ¡El Extra! le gritó un hombre desde su camioneta para detenerse metros más adelante.
Don Boni, como cada día, por su propio pie llega a quien requiere la noticia.