En tiempos en los que somos invadidos por imágenes creadas por Inteligencia Artificial en unos segundos, la actividad de los pintores parece ser complicada para competir con la calidad gráfica y el tiempo de resultados que las nuevas tecnologías aportan.
Plasmar sobre cualquier superficie una imagen que hable de las emociones y de los sentimientos, es el resultado de un proceso previo totalmente atemporal, en el que las ideas se conciben y maduran para que sean expresadas a través de la técnica, las herramientas y materiales.
“El pintor siempre estará buscando que sin ninguna palabra se entiendan los conceptos. Lo que no puedas explicar con palabras lo pintas, hay emoción, lo que ninguna inteligencia artificial conseguirá”, así lo manifestó Dora Ayup Arguijo, quien es la artista detrás de uno de los cuadros de la Virgen de Guadalupe, que ha sido premiada por la calidad y técnica empleada para su elaboración.
Anota que siempre le ha llamado la atención la virgen María en cualquiera de sus advocaciones o representaciones, especialmente 'La Guadalupana', quien dice es un símbolo de los mexicanos.
“Cuando estoy en las peregrinaciones, las reliquias o las danzas me cautiva la manera en que la gente se entrega a su creencia, la manera en que danzan, como oran, como dedican días a la preparación de los alimentos que ofrecerán en la reliquia, en general me conmueve mucho observar esa fuerza e intensidad que le ponen a cada actividad, personalmente ver una danza me ha hecho derramar lágrimas, todas estas manifestaciones nos representan como mexicanos católicos”.
"Pensar en cada detalle me invitaba a no equivocarme"
Proveniente de una familia católica, Dora se dice muy creyente de la virgen de Guadalupe, y la fe en ella fue su principal motivación para la concepción y elaboración de este cuadro, en el que ha querido dejar un mensaje de vida, como mujer, esposa y madre de tres hijos.
“Lo estuve pensando por más de seis meses, preparándome mental y emocionalmente, nunca he tenido miedo, pero pensar en cada detalle de la obra me invitaba a no equivocarme, a que cada pincelada fuera la correcta”.
Artistas encuentran inspiración en la Fe
Sobre la relación entre el arte y la fe, destaca que durante siglos la gran mayoría de las manifestaciones artísticas como la pintura se enfocaron en la religión, y en México no fue distinto, los artistas encontraron una fuente de inspiración en la Fe.
“La gente tiene una atracción especial por las imágenes religiosas, el arte es muy importante dentro de la religiosidad, ves estas representaciones tan celestiales, tan puros y que transmiten paz, tranquilidad u otras emociones y la gente se convence que está logrando una conexión directa con Dios a través de estas imágenes”.
La virgen de Guadalupe ha sido de las más copiadas y representadas durante siglos, al respecto Dora ahonda en que es casi imposible lograr que un artista plasme toda la intensidad o fuerza celestial de la imagen en el ayate de San Juan Diego.
“Cada detalle en la imagen esta hecho con un propósito, un objetivo que no encuentra palabras para explicarlo, solo puede sentirse; los colores, las formas y elementos que la conforman tienen una funcionalidad que no pudo haber sido hecha por un ser humano y muchos estudios que le han hecho al ayate lo confirman”.
Para su versión de La Guadalupana, acota que luego del tiempo de planeación, vino el proceso de preparación y el de pintar, “otros seis meses de trabajo pictórico, cuidadosamente realizado”.
En su pintura, Dora afirma que su principal objetivo es, “transmitir el amor y la fe que María representa para quien la vea, es lo que siempre he estado buscando”.
Según la pintora, el artista tiene que dar de si mismo en cada creación, “si no hay convencimiento y fe en lo que estas haciendo no lo transmites, al final de cuentas la técnica y herramientas son el medio, la inspiración viene del alma y del corazón”.
aarp