De acuerdo a la Subsecretaría de Recursos Naturales y Medio Ambiente en La Laguna de Durango, un 99 por ciento de los incendios en el área natural protegida del Parque Estatal Cañón de Fernández han sido provocados por el humano, en su mayoría por caprinocultores que suelen quemar el pasto para que salga nuevo alimento para los animales.
Sin embargo, al ser un humedal natural, el material que se quema son los residuos vegetativos ligeros como pastos y carrizos, que así como encienden rápido, rápido se apaga, tal como explicó en el Programa Cambios, Javier Franco, subsecretario de Recursos Naturales y Medio Ambiente en la región lagunera de Durango.
“El 99 por ciento de incendios en el Cañón de Fernández son provocados. Las personas que limpian los canales tiran los residuos vegetativos en los caminos, con lo que se convierte en material combustible vegetativo ligero, y al decir ligero lo encajonas donde prende muy rápido pero también muy rápido se consume, y con la humedad no proliferan los incendios”.
Enfatizó que es muy difícil que en el Cañón de Fernández se presente un incendio de manera natural, los cuales son el resultado de un relámpago de una tormenta eléctrica o los vidrios rotos que hacen el efecto lupa, como en caso de la zona semidesértica.
“Los incendios que tenemos ahí son el resultado de la quema de pastizales secos y que los mismos caprinocultores de pastoreo queman y se les sale de control. Cuando el pasto se seca pierde propiedades para las chivas, por lo cual lo queman para que renazca nuevo pasto, una práctica que no es negativa, siempre y cuando esté controlada”.
¿Cuántas hectáreas se dañaron?
El especialista informó que durante el 2023 en las 17 mil hectáreas que comprenden el territorio protegido del Cañón de Fernández, se registró un daño por incendios en alrededor de 10 hectáreas en total.
Racers, otro problema
En tanto, resaltó que la zona presenta otro tipo de problemas que de igual manera el hombre tiene injerencia, como lo es la contaminación por basura y sin faltar el ruido que generan vehículos todo terreno o tipo racers que suelen recorrer el área protegida.
“El tema de los vehículos tipo racers los ha superado. La diversión de unos cuantos no puede poner en riesgo un patrimonio natural como es el Cañón de Fernández, de ahí la importancia de la concientización para cuidarlo, ya que resulta el futuro de toda la región lagunera”, añadió.
EGO